Tormenta solar

Una tormenta solar podría impactar en la Tierra este martes, según el modelo de predicción de la NASA

Tamitha Skov, conocida como la 'Mujer del Clima Espacial' e investigadora de la Corporación Aeroespacial de EEUU, asegura que "un filamento en forma de serpiente de una tormenta solar impactará en la Tierra".

La tormenta solar que ocurrió durante un mínimo solar.

La tormenta solar que ocurrió durante un mínimo solar.Pixabay

Publicidad

El próximo martes una tormenta solar podría impactar contra la Tierra según revela el modelo de predicción de la NASA. La científica Tamitha Skov, conocida como la 'Mujer del Clima Espacial', es una investigadora de la Corporación Aeroespacial de EEUU. El sábado publicó un video del modelo de predicción de la NASA y escribió: "¡Golpe directo! Un filamento en forma de serpiente de una tormenta solar impactará en la Tierra".

A su vez, Skov también advierte que la llegada de este tentáculo de la tormenta solar podría provocar problemas en sistemas GPS y de radio. En otro mensaje predice la dirección que puede tomar y la fuerza que alcanzaría según la orientación.

Después de su pronóstico, la científica publicó un impresionante vídeo de cinco segundos del sol. "El largo filamento en forma de serpiente se desplaza por el Sol en un impresionante ballet", escribe. Y añade: "La orientación magnética de esta tormenta solar dirigida a la Tierra va a ser difícil de predecir. Si el campo magnético de esta tormenta se orienta hacia el sur, pueden darse condiciones de nivel G2 (posiblemente G3)".

Las tormentas solares se clasifican del 1 al 5, por lo que un G2 se trataría de un impacto moderado. Las interferencias sobre los GPS o las señales de radio pueden durar desde unos pocos minutos hasta horas, si son más intensas. Cuando lleguen a la Tierra estos filamentos "la energía de una erupción solar interactuará con la ionosfera, la capa más externa de la atmósfera que es crítica para las señales de radio", explicó a The Washington Post Alex Young, director asociado de ciencia en la división de heliofísica del Centro de Vuelo Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

Las tormentas solares

Una tormenta solar, también conocida como tormenta geomagnética, es un episodio de mayor emisión de viento solar o también de eyecciones de masa coronal que, cuando resultan lo bastante intensas, producen alteraciones en la magnetosfera de la Tierra. Por otro lado, el viento solar es un flujo de partículas cargadas eléctricamente que el Sol emite de manera continua en todas direcciones hacia el espacio. Cuando este flujo es más intenso de lo normal, se generan tormentas solares.

Por otra parte, una eyección de masa coronal es una especie de explosión solar que trae consigo una espectacular eyección de materia, más concretamente de plasma solar con propiedades magnéticas. El Sol atraviesa diferentes fases, ya que cada 11 años sus polos magnéticos se invierten y este abandona su relativa calma para mostrarse intensamente activo. Es en el pico de actividad solar o en el máximo solar cuando se dan con más frecuencia las eyecciones de masa coronal y también cuando más tormentas solares hay.

Los ciclos solares

El ciclo solar es el ciclo que completa el campo magnético del Sol cada 11 años, aproximadamente. Nuestro Sol es una enorme bola de gas caliente cargada eléctricamente. Este gas con carga eléctrica se mueve, generando un potente campo magnético. El campo magnético del Sol pasa por un ciclo, denominado el ciclo solar.

Cada 11 años más o menos, el campo magnético del Sol cambia completamente. Esto significa que los polos norte y sur del Sol cambian de lugar. Luego, demoran unos 11 años en volver de nuevo a la posición inicial. El ciclo solar afecta la actividad de la superficie del Sol, como las manchas solares causadas por los campos magnéticos. A medida que los campos magnéticos cambian, también lo hace la cantidad de actividad en la superficie del Sol.

La tormenta solar más potente de la historia

Hasta ahora, la tormenta solar más potente registrada fue la Tormenta de Carrington en 1859, por el astrónomo Richard Carrington, que fue testigo del acontecimiento y la primera persona en comprender la relación entre la actividad solar y las alteraciones geomagnéticas de la Tierra.

En 2012 se produjo una de magnitud similar a la decimonónica, aunque pasó de largo sin golpearnos. Otras menores se produjeron en 1921, 1989, 1994, 1997 y 2000 dañando sistemas GPS, redes eléctricas y varios satélites de comunicaciones, lo que repercutió en el trabajo de los medios de prensa en sitios localizados y obligó a parar a centrales hidroeléctricas.

Publicidad