Esclerosis lateral amiotrófica

Un paciente con ELA puede comunicarse de nuevo gracias a un implante cerebral

El estudio ha sido posible gracias a un BCI, un cerebro-ordenador. La investigación ha sido llevada a cabo por el Centro Wyss de Neuroingeniería de Suiza y la Universidad de Tubinga de Alemania.

Una cama de un hospital

Una cama de un hospitalPixabay

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Un equipo de científicos ha conseguido que una persona con parálisis total debido a una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) avanzada pudiera volver a comunicarse. Lo ha hecho gracias a un BCI, que es un interfaz cerebro-ordenador. La investigación ha sido llevada a cabo por el Centro Wyss de Neuroingeniería de Suiza y la Universidad de Tubinga de Alemania. El estudio ha sido publicado en la revista 'Nature'.

El paciente era un hombre de 34 años de edad. Se encontraba en un estado de "bloqueo total", que impedía que pudiera comunicarse de forma convencional. El paciente enviaba señales cerebrales al implante o BCI y se encargaba de decodificarlas en letras.

El equipo fue liderado por el neurocientífico del Centro Wyss Jonas Zommermann. Usaron un BCI de retroalimentación auditiva, consistente en dos microelectrodos intracorticales de 3,2 milímetros implantados en la corteza motora de forma completamente quirúrgica.

Síndrome de cautiverio o CLIS

El bloqueo total del hombre se debía a una afección conocida como el síndrome de cautiverio o CLIS. El estudio ha servido para responder a la pregunta sobre si este síndrome provocaba la pérdida "de la capacidad de su cerebro para generar comandos para la comunicación".

El estudio del equipo de Zimmermann ha sido el primer "en lograr la comunicación de alguien que no tiene movimiento voluntario remanente y, por lo tanto, para quien la BCI es ahora su único medio de comunicación".

El sujeto, tras identificar el tono y la frecuencia del feedback recibido, podía elegir entre el sí o el no para confirmar o descartar una letra y poder formar palabras y frases al completo. La velocidad era de un carácter por minuto.

No es la primera vez que se lleva a cabo un implante de este tipo en un paciente con ELA. En el año 2016, la médico holandesa Hanneke Bruijne se presentó a un estudio en el que se le aplicó un implante cerebral. Pudo comunicarse con frases completas gracias a un ordenador.

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