Exoplanetas

La NASA da con la clave para encontrar planetas habitados con la ayuda del James Webb

Determinar la habitabilidad de un planeta siempre ha sido un desafío, pero la NASA ha dado con una clave que ayudaría a identificarlos más fácilmente.

Imagen de Saturno

Imagen de SaturnoUnsplash

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Desde hace ya mucho tiempo, la ciencia intenta encontrar exoplanetas que sean habitables o que, incluso, puedan albergar algún tipo de vida, y la NASA ha dado un gran paso en esta tarea. A pesar de su ubicación a años luz de distancia de la Tierra, la ciencia ha logrado aproximarse lo suficiente a los exoplanetas para determinar la habitabilidad de los mismos. Aquí entra en juego la ausencia de dióxido de carbono en la composición atmosférica de estos planetas, que se ha convertido en una pista crucial que los astrónomos seguirán para identificar la presencia de agua líquida.

El Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA ya ha iniciado la búsqueda de estos planetas. Tal y como señala Julien de Wit, profesor de Ciencias Planetarias en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), "el Santo Grial en la ciencia de los exoplanetas es encontrar mundos habitables y vida, pero todas las características de las que se ha hablado hasta ahora estaban fuera del alcance de los observatorios".

De Wit es el codirector de un estudio publicado en 'Nature Astronomy', juntamente con Amaury Triaud, profesor de Exoplanetología de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Birmingham; Frieder Klein, del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI); Martin Turbet, de la Escuela Politécnica de Francia; y Franck Selsis, del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos.

La ausencia de dióxido de carbono, la clave

Hasta ahora, los astrónomos han identificado más de 5.200 planetas más allá de nuestro sistema solar, calculando su distancia a la estrella anfitriona y el tiempo que tardan en completar una órbita. Sin embargo, verificar si un planeta es verdaderamente habitable, es decir, si posee agua líquida en su superficie, ha sido un desafío.

La clave para esta nueva aproximación se inspiró al observar nuestro propio sistema solar, donde Venus, la Tierra y Marte comparten una región templada en relación al sol. Aun así, únicamente la Tierra posee agua líquida y tiene significativamente menos dióxido de carbono que los otros dos planetas. Esta diferencia llevó a los científicos a suponer que la ausencia de dióxido de carbono podría indicar la presencia de océanos de agua líquida.

De esta manera, el estudio propone la detección de un agotamiento de dióxido de carbono en la atmósfera de un planeta lejano en comparación con sus vecinos como señal de la existencia de océanos líquidos y, posiblemente, de vida en su superficie. Además, sugiere buscar otra característica atmosférica: el ozono. Unos nulos bajos de ozono y dióxido de carbono serían una fuerte indicación de un mundo habitable y posiblemente habitado.

El equipo confía en que el James Webb pueda medir el dióxido de carbono y, potencialmente, el ozono, en sistemas multiplanetarios cercanos, como por ejemplo TRAPPIST-1, ubicado a 40 años luz de nuestro planeta. Este sistema, que cuenta con siete planetas y tiene tres en el área habitable, podría proporcionar valiosa información sobre la búsqueda de planetas habitables, según detallan los científicos.

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