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Coronavirus

Los dos metros de distancia no serían suficientes para evitar contagios por coronavirus con viento suave

Los investigadores de un estudio aseguran que “el trabajo realizado es vital” para poder crear medidas que garanticen la seguridad y salud de las personas frente al coronavirus.

El comportamiento y evolución del coronavirus continúa siendo el objetivo primario de los estudios puestos en marcha desde el inicio de la pandemia global, para conocer cómo se propaga el nuevo virus.

La revista 'Physics of Fluids’ publicó un artículo que mostraba el hallazgo de los investigadores de la Universidad de Nicosia (Chipre) Talib Dbouk y Dimitris Drikakis, quienes descubrieron que incluso con una brisa ligera de 4 kilómetros por hora, la saliva es capaz de viajar hasta cinco metros y medio en apenas cinco segundos.

“La nube de gotas afectará tanto a adultos como a niños de diferentes alturas. Los adultos y niños más bajos podrían estar en mayor riesgo si se encuentran dentro de la trayectoria de las gotas de saliva que viajan”, sostiene Drikakis, quien advierte de las posibilidades de contagio si no se guardan las distancias de seguridad suficientes.

Son muchos los factores que pueden afectar y modificar la forma en que la que viajan las gotas de saliva, principal foco de infección de la enfermedad respiratoria, entre las que destacan el tamaño y la cantidad de gotas, cómo interactúan entre sí y con el aire circundante a medida que se dispersan y se evaporan, o cómo se transfieren el calor y la masa, y la humedad y la temperatura del aire próximo.

Para llegar a las conclusiones del estudio, Dbouk y Drikakis crearon una simulación computacional de dinámica de fluidos con el que pudieron examinar el estado de cada gota de saliva que se movía por el aire frente a una persona que tose, simulación que consideró todos los efectos citados anteriormente.

El análisis llevó a ejecutar ecuaciones diferenciales parciales en 1.008 gotas de saliva y resolver aproximadamente 3,7 millones de ecuaciones en total, teniendo en cuenta que el dominio computacional en la simulación se realizó con una cuadrícula que representaba el espacio frente a una persona que tose.

"Cada celda contiene información sobre variables como la presión, la velocidad del fluido, la temperatura, la masa de la gota, la posición de la gota,etc. El propósito de la simulación y modelado matemático es tener en cuenta todos los mecanismos reales de acoplamiento o interacción que pueden tener lugar entre el flujo de fluido a granel principal y las gotas de saliva, y entre las gotas de saliva mismas”, explicaba Dbouk.

Asimismo, los investigadores aseguran que serán necesarios más estudios para poder determinar también el efecto de la temperatura de la superficie del suelo que puede afectar también en el comportamiento de la saliva en el aire, además de examinar ambientes interiores, donde el aire acondicionado afecta significativamente el movimiento de partículas a través del aire.

"Este trabajo es vital, ya que se refiere a pautas de distancia de salud y seguridad, avanza la comprensión de la propagación y transmisión de enfermedades transmitidas por el aire y ayuda a formar medidas de precaución basadas en resultados científicos", asevera Drikakis.