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Para llevar a cabo esta misión, la Guardia Civil realiza controles e inspecciones en aquellos lugares que tienen autorizada la tenencia de aves rapaces y que se encuentran inscritos en los registros correspondientes. Se presta especial atención a aquellos animales que se encuentran incluidos en el Convenio Internacional de Especies Amenazadas.

El inicio de esta operación se remonta a junio de 2008, cuando en los seguimientos que realiza el SEPRONA a través de anuncios en páginas webs especializadas en el sector de la cetrería, se observa la oferta de un pollo de águila real y otro de halcón peregrino, que hizo saltar las alarmas ante la posibilidad de un comercio ilegal.

Tras un seguimiento del anuncio, los Agentes lograron ubicar un domicilio en Fuenlabrada, cuyo titular tenía dado de alta en la Comunidad de Madrid varias rapaces. Se optó entonces por realizar una inspección ante la sospecha de que el titular estuviera haciendo algún tipo de actividad ilícita. La inspección se saldó con cuatro detenciones.

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