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CINCO AÑOS PARA CONSTRUIRLO

Así es el traje que ha roto la barrera del sonido

El valor de Felix Baumgartner y la tecnología fueron esenciales para que este salto, el más grande de la historia, se efectuara con éxito. Se han tardado varios años en desarrollar el traje. Nunca se había usado uno como este para un salto en caída libre.

El traje y el casco fueron los dos componentes del equipo que más trabajo necesitaron. Hasta cinco años tardaron en fabricarlos, desarrollándolos a partir de los que usan los pilotos de aviones de reconocimiento, pero con más visibilidad y flexibilidad.

El casco, liviano, sólo pesaba tres kilos, pero al mismo tiempo era resistente. Incluía un regulador de oxígeno para que el paracaidísta respirase y un visor que evitaba distorsiones a la vista, detalle muy importante para permitir la orientación en el descenso y aterrizaje. Dicho visor estaba también equipado con un sistema de calentamiento que evitaba que se empañara o se congelase. Micrófonos y audífonos incluídos en el casco mantuvieron al austriaco conectado con su equipo de control, y una bomba lo mantuvo hidratado con agua.

El traje estaba diseñado para mantener la presión similar a la que hay a 10.000 metros de altura, evitando los síntomas de la descompresión. El exterior estaba hecho de un material que retarda el fuego y aísla contra el frío. Contaba también con un sistema de ventilación e incorporaba varios mecanismos de seguridad para evitar que el casco o los guantes se pudieran desprender por accidente.

Monitorizado en todo momento, Baumgartner llevó en el pecho una caja que transmitía datos en tiempo real y almacenaba información de velocidad, posición y altitud. Un transmisor y receptor de voz conectado con su casco, una cámara HD con vista de 120°, un sistema para verificar si se lograba el récord que el equipo esperaba cumplir y diversas unidades para mediciones eran también parte del equipo que protegió a Baumgartner en su salto.

Y lo más importante: si tenía algún problema o perdía el conocimiento, un sistema automático le habría suministrado una droga estabilizadora para que consiguiera llegar a Tierra, desde donde accionarían por control remoto un paracaídas de seguridad.

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