A las seis de la mañana los huéspedes de este hotel del sur de Gran Canaria se despertaban sobresaltados por una fuerte explosión que procedía de la piscina. La detonación, que se produjo en uno de los bares exteriores, provocó un incendio que los bomberos tardaron en sofocar media hora, ya que había kioscos de paja, un material casi tan inflamable como la pólvora.
Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales pero sí materiales ya que buena parte de la piscina del hotel ha quedado completamente calcinada.