El surf se pone también al alcance de las personas ciegas. Lo hace de la mano de un profesor brasileño que ha diseñado una tabla adaptada que ahora trae a España. Tiene una superficie antideslizante, un relieve central y otras señales y surcos para dar al surfista ciego puntos de referencia sobre la tabla.
Dos de estas tablas han sido cedidas a la ciudad de las palmas de gran canaria para comenzar un programa de integración de los discapacitados visuales a través del surf. De momento la prueba un voluntario con los ojos vendados. Con algo de esfuerzo, consigue ponerse en pie y surfear.
Es una experiencia totalmente distinta a lo que conocía hasta el momento.
Esa misma experiencia se quiere transmitir a los invidentes a través de empresas y escuelas de surf para que por primera vez puedan saber qué se siente al navegar sobre las olas.