No fue necesario hacerles pruebas de ADN
El funeral pone punto final una semana de incertidumbre sobre el paradero de los tres militares. Ayer, tras recuperar los cadáveres, fueron trasladados al arsenal de Las Palmas a bordo de un buque de la Armada. Posteriormente se les practicó la autopsia en el instituto de medicina legal para esclarecer cómo murieron. Algo que sigue bajo secreto de sumario.
Tras casi 20 horas de viaje, el buque Rayo desembarcaba los cuerpos de los 3 militares muertos pasadas las 10 de la mañana en la base naval de Las Palmas. Luego eran trasladados al Instituto de medicina legal para practicarles las autopsias. Allí, tres equipos de forenses trabajando de forma simultánea, pasaban dos horas investigando las causas del fallecimiento.
Pero las causas no se pueden desvelar aún. La investigación de cómo murieron está bajo secreto de sumario y falta examinar también el helicóptero, aún bajo el mar. En el anatómico forense también intervenía un equipo de criminalistas de la Guardia Civil con una misión muy clara.
No fue necesario hacerles pruebas de ADN, lo que agilizó la entrega de los cuerpos a las familias. Tres coches fúnebres, con los nombres de los tres fallecidos, conducían por fin los cadáveres al funeral.
