La Guardia Civil se emplea a fondo para que confiese
Un hombre reservado, religioso y que cuando bebía le cambiaba el carácter. Es el perfil de Antonio Ojeda, el principal sospechoso de la desaparición de Yeremi Vargas, así lo describen al menos quienes le conocen. Hoy hemos hablado con un excompañero de uno de los clubes de lucha canaria en los que militó en su juventud. Esta noche a las once y Cuarto, Antena 3 emite El Sospechoso, un programa especial informativo sobre quién es Antonio Ojeda.
Antonio El Rubio compitió durante varias temporadas, a finales de los ochenta y a principios de los noventa, en varios clubes de lucha canaria. En este campo, ya en desuso, conoció a Francisco, un antiguo compañero de equipo que recuerda su carácter reservado.
Ojeda era un hombre corpulento y ya por esa época bebía, dice. Algo que le cambiaba su carácter introvertido.
También recuerda que se enfadaban si bromeaban con la religión.
Luego, nunca más supo de él hasta ahora. Antonio Ojeda es el principal sospechoso de la desaparición de Yeremi Vargas. También se le investiga por homicidio, aunque todavía no se haya confirmado si el menor está vivo o no.
La Guardia Civil se emplea a fondo para que Ojeda confiese o que se halle una nueva pista sobre el paradero del menor. En el punto de mira han estado y estarán las casas donde ha vivido el Rubio durante estos nueve años. Todas en el mismo entorno, incluida esta chabola donde presuntamente abusó de otro menor en 2012. Con lo que ya no cuentan los investigadores es con su coche, el Renault oasis que se sitúa en el lugar de la desaparición de Yeremi. El vehículo se lo embargaron en 2008 y fue desguazado.
