Lo primero era desplegar las mallas. Después se iniciaba el vareado, con un palo de unos 5 metros se golpeaban las ramas para que cayera el fruto. Hoy esta técnica se combina con otras más modernas que suponen un menor desgaste físico.
Estamos en plena temporada de recogida. En Gran Canaria se recolectan unas 100 toneladas al año, y otras 20 en el resto del archipiélago.
En el año 70 se llegó a exportar un millón de kilos de almendras a Inglaterra, pero luego se abandonó su cultivo con el boom del turismo. En la actualidad estamos en un momento de recuperación.
Y para descascarar el fruto también han mejorado las técnicas. Antonio tiene una de las dos partidoras que hay en la isla de Gran Canaria.
La Asociación de la almendra de Gran canaria cuenta con 85 socios, que trabajan para la recuperación de este fruto.