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La necesidad no se va de vacaciones

La difícil situación por la que atraviesan muchas familias en Canarias hace que los voluntarios de los comedores sociales no puedan, ni siquiera, descansar por vacaciones.

Durante el verano, dos comedores han cerrado en La Laguna, Tenerife, y cada 15 días los voluntarios reparten bolsas de comida para que los usuarios puedan subsistir. La imagen y las historias de las personas que acuden son fiel reflejo de las consecuencias de la crisis.

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