Los tres vehículos han quedado totalmente destrozados. Las fuertes rachas de viento hicieron que este muro de una finca de plataneras cediera. Con tanta mala suerte que tres de los empleados tenían sus coches aparcados justo donde calló la pared, una estructura que según los vecinos no estaba en buen estado.
Ocurrió en Bañaderos, en el municipio grancanario de Arucas, y por suerte nadie pasaba por allí cuando el muro se desplomó. Los estragos del temporal se han notado más por el viento que por la lluvia. Los operarios del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria retiraban en plena noche un árbol que la fuerza del aire había arrancado de cuajo, en la avenida Mesa y López. Los bomberos tampoco dieron abasto. Planchas a punto de caer, tapas de bidones, y un sin fin de servicios.
Una noche donde el viento donde los servicios de emergencias se vieron obligados a estar en situación de alerta.