Cuando el agua y la comida de sus bebés están en juego, las madres son capaces de hacer cualquier cosa. En la escuela infantil La Carrucha, en el barrio de la Isleta de la capital grancanaria, están dispuestas a llegar a donde sea para evitar recortes en la cantidad o en la calidad de los alimentos que reciben sus pequeños. Denuncian que desde que Ralons Servicios se ha hecho cargo de la gestión del centro todo ha cambiado. Se ha cerrado la cocina de la escuela.Además, estas madres denuncian escasez de material escolar y de limpieza.Esta situación, según aseguran las madres, también se da en el resto de guarderías municipales. Exigen al ayuntamiento una inspección profunda del funcionamiento de estos centros