Tenían que haber jugado ayer por la noche pero el partido se aplazó porque la temperatura del agua no alcazaba los 25 grados reglamentarios. Esta mañana volvía a las 10 para disputar el encuentro y la temperatura tampoco alcanzaba el mínimo exigido la caldera marcaba esto, así que el partido no se juega y el Barcelona que se marcha a casa.
Los catalanes aseguran que es la primera vez que ocurre algo parecido en la liga y que ellos no se han negado a jugar pero que el agua fría puede ser malo para la salud de sus jugadores. Los portuenses esperan que el comité sea benevolente y no interponga una sanción. Es lo mejor que le puede pasar porque este club histórico con 17 años consecutivos en la liga de honor porque su situación económica es crítica. Ahora es la federación la que decide, el Barcelona asegura que esta dispuesto a dar facilidades para que se juegue el partido