Orfanatos en los que aún se escuchan llantos, mansiones en las que se ve la silueta de una mujer o antiguos hospitales que se llenan de extraños quejidos durante la noche. Las islas acumulan leyendas y cuentos de terror. Y detrás de esas leyendas o rumores, hay realidades documentadas sobre enfermedades o desgracias familiares que han convertido esos rincones en escenarios ideales para historias como estas.
Aunque San Martín dejó de ser un hospital a finales del siglo XVIII, el hoy museo en Vegueta conserva pasillos y estancias como éstas. Camas desvencijadas e instrumental abandonado que dan pie a numerosas leyendas, hay quien asegura escuchar aún los lamentos de los enfermos. Historias similares se cuentan sobre la Casa del Niño de Zárate, el orfanato para los huérfanos de la Guerra Civil.
De los que dicen que sufrían severos castigos. Juan Rodríguez Quegles regaló a su mujer en 1900 este palacete. Se dice que se escuchan llantos por la noche, también que se ve la silueta de una mujer vagando por sus pasillos. Historias y leyendas acumula el cementerio de Vegueta, construido a toda prisa por la epidemia de cólera del XIX. Cuentan que el cadáver de una niña fue dejado aquí una noche para ser enterrado por la mañana.
La leyenda de la casa Lercaro, en La Laguna, habla de la joven Catalina, obligada a casarse contra su voluntad en el siglo XVI.
Al no poder ser enterrada en camposanto por haberse suicidado, se cree que su alma se quedó vagando por la casa, que se convierte así,. junto a todos los lugares de las islas que albergan historias como la suya, en lugares terroríficamente mágicos.
