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HACE DOS SEMANAS

El autor confeso fue quien llamó a emergencias para avisar

Saray recibió varios golpes en la cabeza con una pala de jardinería

Ningún compañero del supuesto asesino sospechó nada

El juez ya se ha pronunciado y el joven está ya a esta hora en prisión. El crimen ocurrió el pasado 27 de octubre, sólo unas horas después del asesinato, un equipo de Antena 3, entrevistó a los padres del joven Alberto. Decía el padre que el chico, ahora autor confeso del crimen, estaba tranquilo pero impactado con lo sucedido en su edificio..

Sí porque el joven, fue además, la primera persona a la que recurrió la compañera de piso de Saray cuando la encontró muerta en sus casa sobre un charco de sangre y fue incluso la persona que llamó a Emergencias para dar el aviso de la muerte.

En exclusiva el padre del supuesto agresor respondía a nuestras preguntas al día siguiente del asesinato. No sabemos si conocía la verdad o si desvinculaba a su hijo de lo ocurrido.

Fuera de cámara nos dijo que su hijo le había descrito el escenario del crimen, detallándole la brutalidad con la que habían golpeado a Saray. La madre de Alberto, ese mismo día, habló a través del interfono.

El día del entierro de Saray en La Palma su familia ya sabía que se sospechaba de un vecino.

Testimonios que hoy tienen una relevancia especial. Saray recibió varios golpes en la cabeza, un mortal con objeto cortante, una pala de jardinería. La brutalidad de la agresión se reflejaba también en los graves cortes que tenía en los brazos, al intentar defenderse. Otro dato clave, para la detención del vecino es que la puerta no estaba forzada, por lo que era se creía que era un conocido o incluso alguien con llave de la puerta, recordemos que el acusado el hijo del casero. Las cámaras de vigilancia tampoco grabaron a nadie entrando al inmueble, por lo que los agentes sospecharon de alguien que vivía en el mismo edificio.

Es de complexión delgada, y con aspecto aniñado. Y es que tiene 18 años. Cumple 19 en febrero. En el barrio de Arenales, la detención de Alberto Montesdeoca ha causado impacto, porque en ningún momento levantó sospechas.

Tampoco lo conocen en la universidad, donde comenzó a estudiar este curso. Está matriculado en Ingeniería Informática.

En la facultad nadie sospechaba que uno de sus compañeros tuviera algo que ver con el crimen de Saray.

Y es que según la aplicación que controla las materias y la evolución los alumnos, la última vez que Alberto Montesdeoca asistió a clase fue hace dos meses. Por eso, nadie le ponía cara.

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