Fueron tres horas interminables para Soraya. Desde que la guardia civil se presentara esta mañana en su vivienda, con un cerrajero, se produjeron varios intentos de desalojo. La mujer, con sus cuatro hijos se niegan a abrir la puerta. Lleva 5 años en esta vivienda social del barrio de Juan XXIII, en Arucas. Se la concedieron en régimen de alquiler. Pero la afectada asegura que tras recibir las llaves nadie le ha comunicado ni siquiera cuánto tenía que pagar al mes. La versión oficial es que la orden judicial de desahucio se produce tras cinco años de requerimientos sin respuesta. La afectada, no se ha presentado a la firma de su contrato y se le desaloja por dejación de sus obligaciones. La negativa de su familia a ser desalojados y la tensión del momento obligó a la guardia civil a desistir. El desalojo se producirá otro día.