Los fans se agolpaban en los alrededores del rodaje
El rodaje de Allied se traslada a Fuerteventura. Con un presupuesto en torno a 90 millones de dólares, esta producción deja en las islas buena parte de esos millones pero también también deja escenas inolvidables. Una de las más emocionantes se produjo anoche, cuando Brad Pitt rescataba a una niña que estaba aprisionada en una valla junto a decenas de fans.
El actor habla con la niña unos segundos. Le dice algo a unos de sus guardaespldas. Vuelve a hablar con la niña que lloraba emocionada y le acaricia la cabeza. Y el momento cumbre fue cuando el actor y su colaborador sacan a la niña de entre la multitud.
Testigo de esta imagen de película es este heladero italiano.
No fue el único testigo del gesto de Brad Pitt.
Una emoción que seguro se trasladará a Fuerteventura porque el rodaje continuará mañana y el miércoles en el norte de esa isla.
Brad Pitt llega a las proximidades del gabinete literario para rodar alguna de las últimas escenas de Allied en Gran canaria. Allí recibe instrucciones del director, Robert Zemeckis. Es uno de los muchos momentos que ha dejado este fin de semana de rodaje. Algunos inolvidables, como este.
Al terminar el rodaje, Pitt se acerca al público, lanza besos y dice que se va a dormir. Incluso hay una fan que consigue hacerse una foto con él cuando se mete en el coche.
Brad Pitt, sabe que vive de su fama y muestra su cara más agradable al público. Saludando hasta a quienes le llaman desde las ventanas.
La transformación de la ciudad en la Casablanca de los años 40 era aún más real cuando comenzaba la grabación de algunas escenas.
Y entre todos los figurantes bien caracterizados, las motos y coches de época o la antigua fábrica de hielo convertida en el consulado del tercer Reich, sobresalía la figura de este hombre. Sí, de nuevo, Brad Pitt. Le retocaban el maquillaje, caminaba tranquilamente hasta subirse a un coche y comenzaba la escena. Y al terminar, de nuevo, saludo al público.
A la que se ha visto menos es a la coprotagonista, la francesa Marion Cotillard. En estas imágenes robadas por un vecino los vemos a los dos en pleno rodaje en la zona de arenales. Aunque grabar a escondidas acarree como poco una reprimenda.
Pero es que, no todos los días tienes una superproducción debajo de tu casa ni a una estrella de Hollywood trabajando y volviendo loca la ciudad con su presencia.
