El mal tiempo se ha cobrado una vida. Un turista alemán falleció ayer en Fuerteventura al caérsele encima una palmera en un hotel de Morrojable. Otro turista resultaba herido grave de una pierna. En Gran Canaria, los vecinos de Tejeda han sido testigos de ráfagas de viento de hasta ochenta y cinco kilómetros. Ya tienen como habitual la presencia del viento a esas alturas, a más de mil doscientos metros de altitud, pero el aviso amarillo los mantiene alerta.
El aviso amarillo de la agencia estatal también incluye mar gruesa y oleaje. Los pescadores de la cofradía de San Cristóbal se han visto retenidos en los muelles, sin poder salir a faenar por el mal tiempo.
En Tenerife un banco de niebla en el aeropuerto de Los Rodeos ha forzado el desvío de diez vuelos al aeropuerto Reina Sofía, además han sufrido retrasos de más de dos horas en algunos vuelos y nueve cancelaciones. El aviso amarillo por viento se mantendrá hasta el miércoles a las doce del mediodía, mientras que para costas se mantiene hasta última hora de ese mismo día.
