La terminación de la obra de la carretera GC-2 en su tramo entre Pagador y Guía no convence nada al ayuntamiento de Moya. Tras saber por quienes hacen la obra que se da por terminada se han movilizado para denunciar el estado de los accesos al pueblo desde la autovía. Cosas como esta, una zanja abierta en pleno arcén por el que circulan peatones.
No es lo único.Todo ha quedado, según el propio alcalde, peor que antes. Con montañas de escombros apiladas en el campo, zonas que tendrían que estar ajardinadas en este estado y baches por todas partes. En muchas partes los peatones tienen que arriesgarse caminando por arcenes estrechos.
Las aceras sólo llegan hasta un punto determinado. El ayuntamiento está indignado.Se sienten ninguneados e invitan al presidente Paulino Rivero a que visite la zona antes de inaugurar la nueva carretera.
