Liopardo
Lo de los Goya
Lo de los Goya

Publicidad
Antes de empezar, voy a confesar algo: he escrito estas líneas desde el rencor, porque quería ver a Manuel Burque recoger un cabezón por “Requisitos para ser una persona normal” y me he quedado con las ganas. Un abrazo para él. La verdad es que este año no he podido seguir íntegramente la gala de los Goya por cuestiones que no vienen al caso, así que solo tengo imágenes deslavazadas de la ceremonia. Más que suficiente para criticarla duramente (ver párrafo primero). Lo primero que me viene a la cabeza es la fotografía de Pablo Iglesias metido en un smoking, supongo que alquilado o prestado. Desde luego, no parecía de su talla, o mejor, él no parecía de la talla del smoking. ¿Conocéis la expresión como un Cristo con dos pistolas? Pues eso, que había algo raro ahí. Y la pajarita, consciente de ello, parecía que quería huir. Explicaba Iglesias que Resines le había convencido en lo del atuendo. Parece que no lo intentó con Pdro o que él, directamente, creyó que era un sueño de Resines y pasó de hacerlo.
Publicidad