A robar carteras

Pedro Sánchez ha ido anunciado la lista de los ministros de uno en uno y a bombo y platillo, como Florentino anunciaba a sus galácticos. El resultado ha sido el gobierno más feminista (al menos cuantitativamente) de la historia. Cuentan que cuando se supo que de los 17 ministros, 11 eran mujeres y 2 eran gays; los suecos, los noruegos y los islandeses apretaron los puñitos jurando venganza frente a su televisor.

Pero entre tanta alabanza, lanzo aquí mi primera crítica: 17 ministros y todos de género binario, ningún genderfluid. ¿Dónde está ese gobierno plural que prometías, Pedro Sánchez? Vayamos al análisis de los nombres propios. Las primeras quinielas apuntaban a la creación de un ministerio de Interiores dirigido por Jordi ‘El Niño Polla’, pero finalmente la sorpresa ha venido en el ministerio de Ciencia con el nombramiento del astronauta Pedro Duque. La elección de Duque dio ayer pistas del gobierno que estaba preparando Sánchez, el mismo gobierno que se le hubiese ocurrido a tu cuñado.

La segunda sorpresa ha tenido peor acogida: Màxim Huerta en Cultura y Deportes. Vamos a pararnos un segundo a reflexionar sobre el hecho de que Pedro haya ido a buscar al ministro de Cultura al programa de Ana Rosa y aún así las principales críticas hayan venido por otra razón, por unos tuits antiguos en los que Màxim despreciaba el deporte. Yo lo de Cultura y Deporte lo habría arreglado con un dueto Almodóbar - Paco Buyo, que no disgustase a nadie. Pedro Duque y Màxim Huerta, hasta ahora tenemos un consejo de ministros que se parece más a un programa de Tu Cara Me Suena. El resto de designaciones se han sucedido entre diplomáticos y personas de la órbita del PSOE y han derivado esta mañana en un acto institucional en el que 17 españoles le han robado la cartera a 17 ministros del PP. Lo que venía sucediendo los últimos años, pero al revés.

Pedro Sánchez, ‘El Renacido’ ha formado un gobierno cuqui que probablemente no llegue a Navidad, pero que ha conseguido que cuando un español se cruce con un sueco y este le cuente que en su país, si se rompe una pierna le envían a un enfermero a casa a cuidarle, el español pueda contestarle: “Vale, ¿pero vosotros cuántos astronautas tenéis en el Gobierno?“.