Flooxer Now» Noticias

@NORCOREANO

La Navidad, esa provocación imperialista

La Navidad, esa provocación imperialista

-Un Papá Noel celebrando la Navidad

Un Papá Noel celebrando la NavidadReuters

Publicidad

Llega la Navidad, esa época del año en la que los occidentales celebran el nacimiento de Jesús comiendo huevo hilado y jugando a la lotería. A mí esta época siempre me ha producido mucha pena, no solo porque la gente sea feliz, sino porque año tras año se repite un acto cruel que toda la comunidad internacional pasa por alto: el langostinicidio, tratar como disidentes a los pobres langostinos.

La Navidad española es especialmente ruiz y deleznable. Comienza con un sorteo de lotería en el que participa todo el mundo y al final la única que gana siempre es una tal Manolita. Pero no os perdáis el siguiente, que al final de Navidad sortean un niño. Así, sin que la ONU diga ni pío, siempre vienen a por los mismos. La comidas son el centro neurálgico de las celebraciones y se realizan en familia, como las norcoreanas. En mi casa todas las nochebuenas surgen fricciones con mi tía, que en mitad de las gambas siempre me recrimina que ejecutase a su marido. Mira que han pasado ya dos años pero la mujer es de esas que cuando le haces una, no se le olvida. Para moderar un poco estas disputas familiares yo recomiendo sentar entre tu cuñado y tu suegra a Manuel Campo Vidal. Y hablando de tradiciones extrañas, la de Nochevieja es más rara por excelencia. Cuando le conté a mis súbditos que los españoles se comían doce uvas todos los años no se lo creían: “Menudo banquete”, me dijo uno. Si a mí la Navidad occidental siempre me ha parecido un ataque a uno de los pilares centrales de la cultura norcoreana, el de no comer, imaginaos este año que además en España han convocado elecciones. ¿Están provocando o no están provocando?

Publicidad