El burofax en un mundo cuántico

Vives en una película de Cristopher Nolan, crees que estás en 2020 pero de repente ves gente mandando burofax a tu alrededor. La prensa extranjera dice que estoy muerto y que me ha sucedido mi hermana, al mes siguiente vuelvo a estar vivo, al mes siguiente muerto de nuevo y este mes vuelvo a resucitar. Soy el líder supremo de Schrodinger, estoy vivo y muerto a la vez porque mi país es hermético y no se puede observar. Estamos creando una realidad cuántica en la que ya nada se puede predecir, nada se rige por las normas de la física clásica sino de la mecánica cuántica.

A escala subatómica cada situación es posible y sucede a la vez, y nuestro mundo está comenzando a funcionar así. Isabel Ayuso puede pedir el cese del estado de alarma a la vez que pide que se reactive el estado de alarma, los mismos que aplauden los escraches porque están muy bien critican los escraches porque están fatal. 2020 está creando una realidad cuántica en la que lo macro está empezando a funcionar como lo microscópico cuando nunca lo ha hecho así. Uno de los grandes problemas de la física ha sido siempre unificar la relatividad general con la mecánica cuántica y hoy voy a dejar una pista para que los científicos alcancen un punto de encuentro entre los dos paradigmas. Hemos visto que vivimos en una realidad cuántica e impredecible pero sabemos que el tiempo lo explica la relatividad general, volvamos a los burofaxes. El Barça recibió un burofax de Messi esta semana, lo que ya es extraño en 2020, pero al día siguiente recibió otro burofax de Quique Setién preguntándole si seguía siendo entrenador del equipo, lo que sucedió varios días después de la presentación oficial de Koeman. ¿Desde qué óptica está mirando Setién 2020? ¿Es distinta la percepción del pasado entre Ayuso y Quique Setién? ¿Podremos medir algún día el tiempo con la misma precisión que Roberto Brasero? Ahí lo dejo.