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Wedding Planner para rojos

Wedding Planner para rojos

-El líder de IU, Alberto Garzón

El líder de IU, Alberto GarzónAgencia EFE

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Todavía colea el debate y la indignación general provocada por la reciente y polémica boda del líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón. Un enlace matrimonial, el del joven político, en el que, según denuncian algunos, se echó en falta que se notase que allí se estaban casando personas de izquierdas. ¿Qué ha ocurrido? ¿Podía haberse evitado una situación así? ¿El sistema que permite que Garzón pueda tener un móvil o agua potable (o incluso agua de piscina) da opciones para que el líder político izquierdista se hubiese casado de forma coherente? La respuesta es sí. Desde el equipo de investigación de Lío Pardo nos hemos puesto en contacto con José Manuel Pinilla, “organizador de bodas para rojos”, como reza (no en el sentido religioso de la expresión, por supuesto) la página web de su empresa MARX-ANDO AL ALTAR. Gerardo: Buenas tardes, José Manuel. ¿Cuál es el origen de su empresa? José Manuel: Buenas tardes, encantado. El origen es que vimos que existía una demanda para algo que nadie ofertaba, ¿no? Muchas personas de izquierdas se casaban y aquello no había forma de distinguirlo respecto a una boda de personas normales. Y eso era un problema, claro, tanto para quienes contraían matrimonio, que no querían que los confundieran con fachas por llevar corbata o puritanas católicas por vestir de blanco, como para quienes observaban el evento desde fuera sin entender nada y muy frustrados, como ha sido este caso de Garzón, claro. Así que vimos que había un nicho de mercado y decidimos entrar. Gerardo: Lógico y bien pensado, José Manuel. ¿Qué servicios ofrece MARX-ANDO AL ALTAR? José Manuel: Bueno, ofrecemos servicios de todo tipo. Trabajamos tanto con el lugar de celebración del evento, como la organización o los invitados. Gerardo: Concréteme un poco, José Manuel. José Manuel: Tenemos una amplia gama de localizaciones para que la gente de izquierdas se case a gusto y de manera acorde con lo que se espera. Desde bajos de puentes hasta descampados al sol, pasando por naves de polígonos abandonados o puertas del supermercado, donde la parejita puede pedir limosna a los compradores para el viaje de bodas y fotografiarse con la donación. También hemos incorporado recientemente un nuevo concepto, que es el boda-mapping, que consiste en proyectar sobre una pared blanca imágenes desfiles militares de Cuba, Corea del Norte, Vietnam en sus mejores tiempos o el actual Irán, por poner algunos unos ejemplos. Gerardo: Magnífico. Pero solo por poner una pega… Irán es un régimen islámico, no comunista. José Manuel: Sí, en MARX-ANDO AL ALTAR lo sabemos, pero creemos que el cliente siempre tiene la razón. Y cuando se puso de moda financiarse por Irán, los novios nos empezaron a pedir el croma de los homosexuales colgando de las grúas y lo introdujimos en catálogo. En MARX-ANDO AL ALTAR sabemos que una startup debe reciclarse continuamente si quiere crecer. Gerardo: Muy interesante. Tenemos la localización, nos faltaría la organización y el menú. José Manuel: Efectivamente. ¿Qué sería de una boda sin los seres queridos que acompañan a la feliz pareja? Es la pregunta que nos hicimos en MARX-ANDO AL ALTAR cuando comenzamos nuestro emprendimiento. Y por eso, en los invitados, en esos familiares y amigos que acompañan a los novios, ponemos un cuidado muy especial, poniendo a su disposición autobuses y hoteles para aquellos invitados que no se consideren izquierdistas y un mapa y una brújula para los que se consideran afines a la parejita. Es toda una experiencia verlos llegar exhaustos al lugar del banquete sin GPS y andando, con lo que no caen en las garras del capitalismo salvaje vía móvil y además no contaminan más que el calor que desprende la suela de sus zapatos durante la caminata. Gerardo: Está muy bien pensado, José Manuel. José Manuel: Muchas gracias. Como decía Steve Jobs, para emprender sólo hay que coger las ideas del aire y hacerlas reales. Gerardo: ¿Eso dijo? José Manuel: Algo así. Pero volviendo a lo anterior, uno dirá: si la boda se celebra en un descampado lejano, los invitados de izquierdas tardarán en llegar si van caminando, con lo cual el banquete se retrasará, habrá poco ambiente en los primeros momentos, etcétera. Pues todo está pensado en MARX-ANDO AL ALTAR, puesto que, durante esas dos horas de media, que se hacen eternas cuando uno es normal y está ya en el lugar desde el primer minuto, esperando a que lleguen los caminantes de izquierdas, tenemos un servicio de pobres a la mesa. Gerardo: Suena muy coherente. José Manuel: Lo es. Por un módico precio en la contratación del wedding plan, le ponemos a su disposición 15 pobres de solemnidad recogidos al azar en la calle con criterios de paridad de género y raza, que acompañarán el banquete desde el minuto uno, haciendo, por un lado, el bulto necesario que una ocasión así merece, y por otro, jugando un papel simbólico fundamental. Gerardo: Es genial, la verdad. José Manuel: Lo es. ¿Está usted casado? Gerardo: No, no lo estoy. José Manuel: Pues ya sabe, anímese. Y por las pintas que gasta y ese polo de 20 euros intuyo que podríamos ser su empresa de confianza. Nada nos satisface tanto como la satisfacción de nuestros clientes. Gerardo: Muchas gracias, lo tendré en cuenta. Y nos faltaría el menú, quizá lo más importante en una boda. José Manuel: Así es. Descartado el jamón, el marisco y todo tipo de alimentos que la naturaleza creó para gente de derechas o de centro, podría parecer que nos quedaría un menú muy limitado, pero no tiene por qué ser así. No sabes la de variables que pueden conseguirse con el pan y la mortadela. Auténticas maravillas, que, cocinadas en un hornillo de gas saben riquísimas. Gerardo: José Manuel, es realmente impresionante la labor que hacéis desde MARX-ANDO AL ALTAR. No puedo más que daros la enhorabuena por esta idea brillante y desearos lo mejor. José Manuel: Muchísimas gracias, Gerardo. Es para nosotros un placer haber charlado contigo. Como decimos siempre desde MARX-ANDO AL ALTAR: ¡Salud, República y Coherencia! Gerardo: ¡Amén, hermano! José Manuel: ¡Eso suena católico! Gerardo: ¡Era una broma! José Manuel: ¿Nos vamos a quemar unas iglesias? Gerardo: ¿Quién se resiste a eso?

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