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Pérez Reverte: "Escupo en vuestra medalla"

Pérez Reverte: "Escupo en vuestra medalla"

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En el día de ayer, el escritor y periodista Arturo Pérez Reverte protagonizaba una de las anécdotas de la conmemoración por el 208º aniversario del Levantamiento del 2 de Mayo. Ante las autoridades, el académico declaró al ser condecorado con la medalla de plata de la Comunidad de Madrid que “el 2 de Mayo es una de las pocas fechas españolas en las que es posible no avergonzarse de ser español”. Hoy, en Lío Pardo tenemos el gusto de entrevistar a Arturo Pérez Reverte. Nos citamos con él en una cafetería en el Paseo de Recoletos de Madrid. Gerardo: Enhorabuena por la medalla, señor Reverte. Pérez Reverte: ¿Cuál es tu nombre, chaval? Gerardo: Gerardo. Pérez Reverte: ¿Tú has estado en la guerra, como estuve yo, Gerardo? Tienes cara de no tener huevos. ¿Has estado en la guerra alguna vez? Gerardo: La verdad es que no he tenido el gusto de estar en la guerra, no. Pérez Reverte: Lo sabía. Pues chaval, allí se ve sangre y huele a muertos. Allí se te quitan las tonterías. Allí te haces un tío. Gerardo: Bien. Le decía que enhorabuena por la medalla, señor Pérez Reverte. Pérez Reverte: ¿Enhorabuena? ¿Por una medalla de plata? ¿Quieres que te calce una hostia? ¿Quieres que te toque la cara? Gerardo: La verdad es que no, señor Reverte. Pérez Reverte: Las medallas de plata son para los perdedores. Y España es un país de perdedores. Por eso aquí las dan de plata. No se la tiré a la cara a las autoridades porque soy un tío educado –Pérez Reverte escupe al suelo al paso del camarero que nos sirve un café descafeinado y un whisky Jack Daniels- A eso me refería, chaval ¿un puto descafeinado? En España faltan huevos y sobran nenazas como tú, Genaro. Gerardo: Gerardo. Pérez Reverte: Qué más dará. Gerardo: Bien. Decía usted ayer que el 2 de Mayo es de las pocas fechas en la que uno puede sentirse orgulloso de ser español. Pérez Reverte: Así es. El 2 de Mayo pusimos en su sitio a los franchutes. Después de eso qué. Nos tiran la fruta en la frontera y nos eliminan de la Eurocopa. Raúl parecía un juvenil cagándose encima aquel día, y los gilipollas de los aficionados gritaban Raúl Selección. Gerardo: ¿No es un poco simplista ese análisis del país en torno a la fruta o a la selección? Pérez Reverte: ¿Simplista? ¿Tú qué eres, uno de esos que cree que los niños se traumatizan si les calzas una buena hostia a mano abierta, verdad? Así nos va. Gerardo: Tengo mi opinión al respecto, pero la verdad es que no encuentro relación con lo que estábamos hablando. Pérez Reverte: Hace no mucho me invitaron unos amigos a su casa. Tienen un bebé bastante egocéntrico al que sólo le preocupa comer, dormir y llamar la atención. Un candidato extraordinario para Gran Hermano 38. Bien. En un momento dado de la cena, el bebé y yo tuvimos un roce y le calcé una hostia para que aprendiera a respetar, para que aprendiera valores, no puedes ir por ahí vomitándole encima a un desconocido que te coge en brazos como si fueras un puto inglés de Magaluf. ¿Qué hicieron los padres? ¿Darme las gracias? No. Echarme de su casa y justificar al crío diciendo que es un bebé de 6 meses y que había sido un flato. Ese es el país miserable que estamos construyendo entre todos. Gerardo: (Silencio) Pérez Reverte: Luego el crío crece, llega al colegio y se pasa por los cojones lo que diga la profesora. Y más adelante lo tendremos de tirano gobernando una diputación provincial o fallando penaltis contra los franceses en la Eurocopa y llorando como cuando no le daban la teta. Gerardo: (Silencio. Le doy un trago al descafeinado con miedo a que el académico me suelte un puñetazo) Pérez Reverte: Tú eres tuitero como yo, me han dicho. Gerardo: Sí, así es. Pérez Reverte: El otro día empecé a discutir en tuiter con un gilipollas y quedamos para darnos de hostias delante de la Biblioteca Nacional, aquí justo enfrente. ¿No serías tú el gilipollas? Gerardo: No, señor Reverte, a mí me tiene bloqueado en twitter, no podemos hablar por ahí. Pérez Reverte: Pues fue otro gilipollas distinto que no vino. Aquí estuve con Javier Marías, que se trajo un palo y todo. Pues media hora estuvimos esperando al gilipollas. A la media hora dijimos, mira, vámonos a tomarnos algo, porque este país no hay quien lo aguante, encima de gilipollas impuntual. ¿Sabes cuál es la diferencia? Que el 2 de Mayo la gente quedaba con los franceses para abrirse la cabeza y la gente no se quedaba en casa, la gente acudía. Eso eran valores. Ahora está todo podrido, desde los periodistas que nunca han estado en una guerra hasta ese café descafeinado como el puto país, pasando por las autoridades que creen que van a callarme dándome una medalla de plata. Escupo en vuestra medalla. Apunta ahí eso y ponlo de titular. Gerardo: ¿Por qué no la devolvió? Pérez Reverte: Porque voy a fundirla y hacerme con ella un resalte. Creo que no hay mayor desprecio. Gerardo: ¿Un resalte? Pérez Reverte: Un diente, por dios, un diente. Voy a hacerme un diente de plata con la puta medalla. No has estado en la guerra pero tampoco has abierto el diccionario de la RAE por lo que veo. País de gilipollas -Pérez Reverte apura el whisky, se levanta, me da un toque en el hombro y se larga murmurando “invitas tú, Germán”. Gerardo: Gerardo. Pérez Reverte: Qué más dará. Esta es una entrevista ficticia humorística inventada por Gerardo Tecé.

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