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Entrevista al líder del ISIS

Entrevista al líder del ISIS

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Nos desplazamos hacia algún lugar del Medio Oriente para entrevistar a uno de los hombres más buscados y temidos del planeta. Su nombre es Abu Bakr al-Baghdadi. Baghdadi es el líder del Estado Islámico, grupo terrorista asentado en un amplio terreno entre Siria e Iraq. Antes de llegar ante él, sus discípulos me convencen mediante sólidos argumentos y un cuchillo jamonero de unos 40 centímetros (nunca usado para cortar jamón, según me aseguran sin que yo pregunte por ese asunto) de que no incomode al líder con cuestiones relativas a la ejecución de niños, niñas, hombres, mujeres e infieles en general. Hoy está de buen humor, me dicen, no le jodas el día con chorradas. En mitad del desierto y rodeado de tíos con pasamontañas y cuchillos, me parece una buena oferta la de no incomodar y acepto el trato, que consiste en hablar únicamente de las políticas culturales del Estado Islámico, de actualidad esta semana tras la destrucción del templo de Baal, en Palmira, patrimonio de la Humanidad. Gerardo: Buenas tardes, señor, Abu Bakr Al-Baghdadi, gracias por recibirme. Al-Baghdadi: Agradéceselo a los hermanos, que son los que te han traído Gerardo: ¿Ustedes cinco son hermanos? Claro, así con el pasamontañas no les había sacado yo el parecido… -la cagada típica por los nervios. Jamonero 1: Se está riendo de nosotros. ¿Lo mato, jefe? -Uno de ellos levanta el cuchillo jamonero con actitud amenazante. Al-Baghdadi: Baja eso, que es nuestro invitado. Gerardo: Gracias, señor Abu BakrAl-Baghdadi –trago saliva. Al-Baghdadi: Puede llamarme Dadi. Gerardo: ¿Dadi, como papito? –Los puñeteros nervios que no paran. Jamonero 2: Ahora sí podemos degollarlo, ¿verdad jefe? Al-Baghdadi:¡Hoy no se degüella, a nadie, hostia! Venga, empieza con las preguntas, infiel. Gerardo: Muchas gracias. Mi primera pregunta es, ¿cuál es exactamente la política cultural del ISIS? Al-Baghdadi: ¿Conoces una empresa que se llama Derribos Pavón? Gerardo: Me suena. Al-Baghdadi: Pues Derribos Pavón es para nosotros como One Direction para vosotros, un referente cultural. Gerardo: Bien tirada ahí, señor Dadi. Quizá entre Justin Bieber y One Direction en Occidente no estemos para dar lecciones, ¿pero no le parece quizá un poco agresiva la política cultural de romperlo todo? Al-Baghdadi: No lo rompemos. Externalizamos los monumentos al cielo. Gerardo: ¿Lo monumentos que destr… externalizan van al cielo? Al-Baghdadi: Hombre, no sa jodío. Gerardo: No tenía ni idea yo de esto. Al-Baghdadi: No hay día que te acuestes sin aprender algo nuevo, decía mi abuelo siempre. Luego lo matamos, porque nos dimos cuenta de que aprender cada día algo nuevo le estaba tocando los huevos a ya sabes quién. Gerardo: ¿A Mahoma? Jamonero 1: Ha dicho Mahoma, jefe, eso es ofensivo, ¿lo matamos ya? Al-Baghdadi: Qué obsesión, madre mía. Mira, id a dar una vuelta a ver si veis a unos infieles y luego venís, que así no hay quien haga la puta entrevista. Prosiga. Gerardo: La Unesco ha dicho que la destrucción del templo en Palmira es un crimen de guerra. Al-Baghdadi: A la Unesco le gusta más una piedra vieja que a un tonto un lápiz. Apúntalo así, tal cual: más que a un tonto un lápiz. Cuando vuelvas a Occidente se lo dices de mi parte: más que a un tonto un lápiz. Gerardo: Está en desacuerdo con la Unesco, deduzco. Al-Baghdadi: Mira, tú que pareces inteligente a ver si me entiendes mejor que los soplapollas de la Unesco. ¿Es más feo un edificio así moderno, de ladrillo visto, que es lo que vamos a hacer ahí ahora, que un templo que tenía ya más años que la Yenka? –grita Dadi. Gerardo: Hombre, Dadi, visto así... -ante el jefe del ISIS acojona ser sincero, y más si grita, para qué nos vamos a engañar. Al-Baghdadi: Claro, pues por eso te digo. Dos mil años tenía ya eso, estaba aquello ya que cualquier día pasaba por allí un niño yihadista jugando con una cabeza y se le iba a caer un pedrusco encima. Aquello era un peligro, hombre. Vosotros teníais que hacer lo mismo con el monumento alemán ese que se cae a cachos. Gerardo: ¿El muro de Berlín? Al-Baghdadi: El Acrópolis. Gerardo: Claro. –Asiento con la cabeza, soy un acojonado, lo sé- La última pregunta, Dadi, y ya le dejo tranquilo. ¿Según ustedes, qué tipo de cultura sí estaría permitida sin caer en pecado? Al-Baghdadi: Poquita cosa, la verdad, pero es que la cultura está muy sobrevalorada. El tiempo que estás haciendo el chorras no estás rezando, como dice un anuncio que estamos grabando ahora para la tele, que también está prohibida, pero por si alguien la enciende. ¿Tú conoces a alguien que haya ido al cielo por ir al cine o a un museo? Gerardo: No, la verdad es que no –respondo. A estas alturas ya estoy decidido a sobrevivir y volver a casa sano y salvo. No pienso cagarla llevándole la contraria. Soy patético. Al-Baghdadi: ¿Ves cómo tengo razón? Sin embargo el cielo está de fieles que rezan llenito, como Valencia de madrileños en julio, ¿sabes lo que te digo? Gerardo: Claro -asiento con la cabeza y sonrío. Soy la mierda. Al-Baghdadi: Pues nada, me alegro de haberte aclarado dudas. Gerardo: Ha sido muy enriquecedor, está usted lleno de sabiduría –soy una mierda muy grande que está a salvo prácticamente. Al-Baghdadi: Imagino que ahora te pasarás a la fe auténtica Gerardo: Eso está hecho –lo de que soy ateo no hay ninguna necesidad de contarlo.

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