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Entrevista a Iker Casillas tras su fichaje por el Oporto

GerardoTC entrevista a Iker Casillas tras su fichaje por el Oporto.

-Iker Casillas, durante un partido con el Oporto

Iker Casillas, durante un partido con el OportoGetty Images

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Espero a Iker en una cafetería del aeropuerto de Barajas. Nos ha concedido la que es su primera entrevista tras su despedida oficial después de toda una vida en el club merengue. Un sonriente Iker entra a la cafetería a la hora prevista con su mujer, la periodista Sara. Mientras firman autógrafos y se fotografían con unos aficionados que les piden "una foto haciendo lo del beso", Iker me saluda desde la distancia avisando de su llegada. Ambos portan maletas cargadas de ilusión, ropa de verano y un plumas para por la noche "porque me ha dicho Piqueras que él ha estado en Oporto y por la noche refresca con un frío bastante dantesco", me cuenta Sara al llegar a la mesa.

Gerardo: ¿Cómo estás Iker?

Iker: Muy contento e ilusionado con la nueva etapa. Es un lujo poder jugar en un equipo como el Oporto y en una liga tan especial como la portuguesa. -Sara sonríe mirando a un lado y murmura algo ininteligible que incluye la palabra "cojones" mientras niega con la cabeza.

Gerardo: ¿Tenías más ofertas, además de la del Oporto? Sí, incluso de equipos de verdad -responde en voz baja Sara, que tose fuerte al final de la frase.

Iker: Bueno. La mejor oferta para todas las partes era la del Oporto -mirando de reojo a Sara. Gerardo: ¿Ha sido duro para ti salir de esta forma tan tensa del Madrid

Iker: ¿Tensa? Para nada. -Sara suelta una sonora carcajada al tiempo que vuelve a girar la cabeza murmurando otra vez algo de "mis cojones"

Gerardo: ¿Qué tal tu relación con Florentino, Iker?

Iker: Bueno, mi relación con Florentino -Iker gira el cuello mirando alrededor- quizá en los últimos tiempos, desde aquello que... -Sara agarra a Iker del brazo y le recuerda al oído en un tono que puedo escuchar a pesar del ruido del aeropuerto que aún son jóvenes y que son padres de una criatura y que no hay que correr riesgos- ... Es muy buena. Mi relación con el presi es excelente. No podría ser mejor. Si fuera mejor ya sería sexo casi, ¿sabes? No estoy diciendo que Florentino sea homosexual ni nada por el estilo, ¿eh? Vamos, que si lo fuera por mí bien, yo soy tolerante, pero que yo sepa a Florentino no le gusta eso... Lo que quiero decir es que tengo una relación buenísima con el presi, ¿sabes? Y él se ha preocupado de que yo tenga el mejor futuro posible... en Portugal. Me encanta el presi. Como presi, quiero decir, no para sexo. Muy buena relación, vaya. Muy muy buena. Excelente. ¿Puedes traerme un poco de agua, Sara? La periodista se acerca a la barra a por una botella de agua mientras un visiblemente nervioso Iker sigue con la entrevista.

Gerardo: ¿Qué tal ha sido la despedida con tus compañeros de vestuario?

Iker: La otra mañana estuve despidiéndome de algunos de los que estaban en el entrenamiento. Me despedí de ellos, les deseé suerte y me fui. Alguno me dijo que suerte también y que no se qué de que compre toallas. Hay muy buen ambiente en ese vestuario, ¿sabes? Muy bien rollo. Siempre de bromas conmigo. Muy bien. Luego cuando fui a por el coche me encontré a Coentrao fumándose un cigarro en los aparcamientos y lo mismo, nos dimos un abrazo y nos deseamos suerte y... ¿ESTO QUÉ MIERDA ES? -Iker le pega un manotazo a la botella de agua que Sara, de vuelta de la barra, acaba de dejar sobre la mesa- ESTABA ABIERTO EL TAPÓN, HOSTIA. PODRÍA HABER MUERTO. Sara vuelve a agarrarlo del brazo y le explica que la botella la ha abierto ella misma y que no hay de qué preocuparse. No van a intentarlo en el último momento, le dice Sara, que le susurra al oído en un tono que vuelvo a poder escuchar nítidamente que ya pronto habrán cruzado la frontera y que "allí no llegan sus tentáculos, allí él no tiene a nadie, seremos libres, Iker". Iker se disculpa porque estos últimos días no ha descansado bien. Será por el calor, me dice y Sara apuntilla en voz baja "dormir con el bate de beisbol tampoco ayuda". Iker y Sara se ponen en pie para marcharse hacia la sala de embarque. Mientras revisa tres veces consecutivas que el candado de la maleta esté bien cerrado, el mítico capitán del Real Madrid y de la Selección española se despide con un apretón de manos.

Gerardo: Suerte en Portugal

Iker: Muchas gracias.

Gerardo: Cuidado no te vayas a encontrar con Mourinho -bromeo con él mientras nos alejamos. Iker se gira y me mira ojiplático mientras Sara lo agarra del brazo. A mi espalda escucho un grito desgarrado: LO TENÍA TODO PENSADO.

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