Flooxer Now» Noticias

Liopardo

Entrevista a Felipe González, líder planetario

Entrevista a Felipe González, líder planetario

-Imagen no disponible

Imagen no disponibleMontaje

Publicidad

Nos citamos con el ex presidente en un despacho del paseo de la Castellana. Felipe González ocupa a día de hoy titulares y portadas de periódicos como no lo hacía desde hacía décadas, cuando ejercía el cargo de presidente del Gobierno. Aunque el famoso jarrón chino que no sabía dónde colocarse nunca llegó a desaparecer de la primera plana, su activismo y su compromiso internacional hoy día hacen que la figura de Felipe González vuelva a estar de moda. Llamamos al timbre y el propio Felipe nos abre la puerta. Gerardo: Buenos días, señor González. Felipe: Buenos días. Mi amigo Zandi es un emprendedor, un creativo que abre espacios allá donde… Gerardo: ¿Perdone? Felipe: ¿No vienes de parte del jeque? Gerardo: ¿Qué jeque? Soy Gerardo, habíamos quedado para la entrevista… Felipe: Anda, coño, es verdad. Pasa. –Felipe González se sienta en un sofá y me invita a mí con un gesto a hacerlo enfrente, en un sillón orejero a dos metros de él y separados por una mesa baja de madera de roble en la que están los diarios del día- Venga, a ver, ¿qué quieres que te explique? –dice mirando su reloj de pulsera y encendiéndose un puro. Gerardo: Ehm… Gracias. Más que explicarme cosas, yo tenía pensado enfocarlo como una entrevista, simplemente. Felipe: Tú lee lo que tengas ahí apuntado, que yo te digo cómo funciona la vida. Gerardo: Enm… bien. ¿Sigue usted considerándose un jarrón chino, como definió a los presidentes del Gobierno retirados? Felipe: Ahora me gusta más presentarme como un simple líder planetario. O líder mundial, si estamos entre amigos, si prefiero ir de perfil bajo. Cuando Adolfo quería que se le escuchase, se hacía llamar el Führer, pero luego en la intimidad no era el Führer, sino Adolfo simplemente. Por la cara que me pones no sé si me estás entendiendo o te quedas atrás desde el principio. Gerardo: ¿Está hablándome de Hitler? Felipe: Claro. Pero no sólo le pasaba a Adolfo. También le pasaba a Franky, a Frank Roosvelt para que no te pierdas, él se presentaba como el líder del mundo libre en el ámbito público, pero luego con su señora en casa comiendo crema de cacahuete era Frank a secas. A mí me pasa lo mismo. Gerardo: Líder mundial en la intimidad, líder planetario en público. Felipe: ¡Eso es! No tenía muchas esperanzas puestas en ti, pero veo que lo has pillado y sin tomar apuntes. Gerardo: Ehm… Gracias. ¿Y a qué se dedica un líder? Felipe: Un líder no, un líder planetario. No es lo mismo. No es lo mismo un presidente, que puede ser un presidente de la comunidad de vecinos o un presidente de la asociación de amigos de la zanahoria de huerta, que un presidente del Gobierno, que es algo más complejo, no tanto como mi trabajo de ahora, pero tiene su miga. Hay que especificar las cosas. Gerardo: Ehm… De acuerdo, ¿me responde a la pregunta? Felipe: Pregúntamelo bien. Gerardo: ¿A qué se dedica un líder mundial? Felipe: Planetario. Si esto va a ser publicado para que lo lea todo el mundo, en el titular debe poner planetario, no mundial. Luego mi secretaria te hará firmar unos documentos en los que te explicará. Y cuidado con hacernos truquitos como poner lo que te dé la gana que mi equipo de abogados muerde más que el bueno de Winston cuando le dieron de comer en Yalta a las cuatro de la tarde. Repite la pregunta. Gerardo: (…) Felipe: Tienes la misma cara de susto que Johnny cuando se escuchó el disparo y cayó en la cuenta de que iba en descapotable. Fallo estratégico teniendo en cuenta la geopolítica en ese momento. A mí no me hubiera pasado. Nunca fue muy listo ni muy líder. Venga, repite la pregunta. Gerardo: De acuerdo. ¿A qué se dedica un líder planetario como usted? Felipe: Bien. ¿Quieres que te responda sinceramente? Gerardo: Por favor. Felipe: Seré sincero. La gente como tú no entendería en qué consiste ser un líder planetario, así que es una pérdida de tiempo explicarlo. Gerardo: ¿Podría intentarlo al menos? Felipe: Es una pérdida de tiempo y además, entre que lo explicas y que no, la geopolítica ha cambiado. ¡Bum! El barril de crudo que antes de ponerte a explicarlo costaba 10, al final de la explicación puede costar 15, porque hemos desatado, porque se ha desatado, perdón, una guerra en tal zona y el conflicto ¡bum! cambia el escenario completo. Y cuando cambia el escenario la gente como tú, que no sabe de nada, espera que líderes planetarios como yo les saquemos las castañas del fuego. Así que no, no se puede explicar. Felipe González mira el reloj, se dirige en voz alta a su secretaria que observa la entrevista en pie a unos metros. Felipe: Dile que tenemos que ir acabando. Secretaria: Caballero, el señor González tiene que ir acabando. Gerardo: Ya me había enterado cuando lo ha dicho él. Felipe: Es importante que sea ella quien te lo diga. Tampoco lo entenderías. Hay muchas cosas que no entendéis la gente. Gerardo: ¿Puedo hacerle una última pregunta? Felipe: Dile que tenemos tiempo para una sola pregunta más. Secretaria: Tenemos tiempo sólo para una pregunta más, caballero. Gerardo: Ya lo he… Da igual. Como líder planetario, ¿cuál es su posición ante las dictaduras? Felipe:  (…) ¿En qué país? Gerardo: En cualquiera. Felipe: Este se cree que uno llega a líder planetario chupándose el dedo. Dile al caballero que tengo que irme de gira humanitaria y reserva mesa para mí y para Zandi. Secretaria: El señor González tiene que irse urgentemente de gira humanitaria. Gerardo: Buen viaje. Felipe: Gracias.

Publicidad