El abeto: el asesino silencioso

Hace 65 millones de años los dinosaurios desaparecieron de la tierra de la noche a la mañana. Durante años los paleontólogos han especulado con la posibilidad de que fuera un asteroide lo que los mató sin embargo nuevas pruebas demuestran que el culpable fue el abeto. El abeto, en su hábitat natural, se alimenta de pequeños roedores y aves que se aventuran imprudentemente entre sus ramas. Ha desarrollado técnicas para camuflarse entre los árboles durante las estaciones cálidas pero durante el invierno, en Navidad, logra camuflarse en nuestras casas. Durante las fiestas cometemos la imprudencia de dejar que este asesino entre en casa camuflado de inofensivo símbolo pagano, pero en su cerebro solo hay una palabra ¡matar! MÁS NATURALEZA DE LA REALIDAD: Las medusas MÁS NATURALEZA DE LA REALIDAD: El pingüino MÁS NATURALEZA DE LA REALIDAD: El leopardo