Flooxer Now» Noticias

Liopardo

¿Y si le hubiese hecho una cobra a Judas?

¿Y si le hubiese hecho una cobra a Judas?

-Diostuitero

Diostuiterotwitter.com/diostuitero

Publicidad

Supongo que todos conocéis la teoría de los multiversos. Aprovechando que estáis como locos con la famosa cobra de Bisbal a Chenoa, os contaré que en un universo paralelo yo no recibí el beso de Judas porque también le hice una cobra. ¿Qué pasó a partir de entonces? Hoy os cuento cómo cambió la historia, dando lugar a una Biblia alternativa. Estando en el Huerto de los Olivos, se presentó Judas acompañado de los malditos romanos, dispuesto a prenderme. Sin embargo, cuando se acercó a besarme yo cambié mi apariencia por la de Pedro y fue mi discípulo quien acabó crucificado. Ya que iba a fundar mi Iglesia, que aprendiese desde la base. Por si las moscas, cogí a Magdalena ( a la que tuve que conquistar de nuevo bajo mi apariencia de Pedro) y huimos a Egipto, un país que a pesar de las plagas que le había envíado en el pasado no era nada rencoroso y siempre me acogía de maravilla. Allí recobré mi fisonomía habitual ( tuve que volver a reconquistar a Magda, se había encariñado de Pedro), y aprovechando mis habilidades para multiplicar los panes y los peces, montamos una freiduría. En la tierra del Nilo fuimos felices pero no comimos perdices, era todo dieta a base de pescado, como os acabo de decir. Viví 980 años sin envejecer, hasta que harto de tener que resucitar a Magda cada 80 años y de que me confundiesen con un vampiro, decidí subir otra vez a los cielos. Problema: En la puerta estaba San Pedro. Se puso hecho un basilisco y me dijo que puesto que el crucificado había sido él, ahora Dios también era él. No había forma de hacerle entrar en razón, así que llamé a mi Padre, pero el viejo me dijo lo mismo: que puesto que le había abandonado, no tenía nada que hacer allí, que me largase. Yo le recordé la parábola del hijo pródigo, pero ni con esas. Me contestó que eso de las parábolas eran cuentos chinos para engañar al rebaño y me dió con la puerta en mis santas narices. Como no quería volver a la Tierra, le propuse a Magda probar suerte en el Infierno y para allá que nos dirigimos. Al principio Satán nos recibió de uñas ( pezuñas, más bien), pero cuando le hice saber que convertía el agua en vino me acogió encantado. Además la hizo mucha gracia la historia del cambiazo con Pedro. Decía que había demostrado ser uno de los suyos. Desde entonces, Magda y yo vivimos aquí abajo, y mi Padre arriba, y en este universo el cristianismo es una secta satánica.

Publicidad