Todo lo hay que saber sobre el miércoles de ceniza

Dicen que el Blue Monday es el día más triste del año, pero en la Iglesia Católica ya inventamos hace siglos uno mucho peor: el miércoles de ceniza.

El miércoles de ceniza es un día en el que te marcan la frente con eso, ceniza, y te dicen aquello de " Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", vamos, que no vales nada y además la vas a diñar.

Para colmo, el carnaval se acaba de terminar y comienza la Cuaresma, período de penitencia, abstinencia y ayuno, algo así como la pandemia pero sin mascarillas ni confinamiento.

En la Iglesia estamos a favor del reciclaje (os lo dice un carpintero que acabó clavado en una cruz) , así que la ceniza la sacamos de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior.

El miércoles de ceniza depende de la fecha de la Pascua, así que cada año cae en una fecha distinta, lo único fijo es que es miércoles. Las iglesias católicas orientales no celebran ese día, sino el lunes, que jode más, en lo que allí se llama "Lunes limpio". Todo vale con tal de pillar una buena depresión.

Con el miércoles de ceniza la Iglesia hace un guiño al veganismo, ya que ese día, al igual que todos los viernes de cuaresma y el Viernes Santo, no se puede comer carne.

Lo de la ceniza, símbolo de la muerte y conciencia de la nada, viene de muy antiguo. Los griegos, egipcios, judíos y árabes acostumbraban a cubrirse la cabeza con ceniza en señal de duelo. Los mensajeros que traína malas noticias solían cubrir también su cabeza con ceniza, ¡eran unos cenizos!

Por último, la ceniza no es un sacramento, es un sacramental. ¿Qué quiere decir eso? Que es un signo sagrado del que pueden participar también quienes no son católicos ni están bautizados. ¡Incluso los excomulgados, que sí tienen prohibido recibir otros sacramentales pueden recibir la ceniza! Y es que a la Iglesia siempre le ha gustado eso de ir por ahí cortándole el rollo a todo el mundo. Amén.