Mis siete series religiosas favoritas

Ahora que por culpa de mi plaga tenéis que pasar mucho tiempo en casa os recomiendo siete series para que os entretengáis y edifiquéis el alma:

7. Teresa de Jesús.

Los 80 no solo legaron a la humanidad engendros como la laca o las hombreras; también se hicieron cosas buenas como esta mítica serie de 8 capítulos donde la grandísima Concha Velasco lo borda en el papel de la Santa de Ávila. Ahora que se nos llena tanto la boca con eso del feminismo es buen momento para revisitar una gran serie protagonizada por una mujer, dirigida por otra (Josefina Molina) y que habla de otra más a la que ni la sociedad de la época, ni la enfermedad ni la mismísima Inquisición se le pusieron por delante.

6. Wild Wild Country.

Mi serie documental favorita de los últimos tiempos. Cuando hace unos años escuchaba a cierto locutor de Radio 3 citar párrafos del gurú superventas Osho ignoraba el paraíso de folleteo y meditación que se había montado este maestro indio en su comuna de Oregón. A los del pueblecito de la América profunda de al lado en lugar del paraíso les pareció el infierno y pronto se desató la guerra. Humor, intriga, luchas de poder, ataques bioterroristas... esta serie lo tiene todo.

5. El cuento de la criada.

¿Qué pasaría si Estados Unidos se conviertiese en una teocracia? Más de lo que es ahora, me refiero. Esta conocidísima serie basada en la obra de Margaret Atwood te lo cuenta. Todo un aviso sobre los peligros que acechan cada vez más a nuestra precaria libertad.

4. Good Omens.

A partir de la novela "Buenos Presagios", escrita por el añorado Terry Pratchett y Neil Gaman, Good Omens narra de forma gamberra la llegada del Apocalipsis y el empeño de un ángel y un demonio para evitar que ello produzca el fin de la humanidad. Algo diferente a la Biblia, pero te divierte.

3. Unorthodox.

La lucha de una desvalida joven por huir de la axfisiante comunidad judía ultraortodoxa jasídica en la que vive en Nueva York. Dan ganas de ir a darle un abrazo a la pobre muchacha. Incluye un temazo de Catnapp en una escena de las importantes. Lo sé, no sabes quién es Catnapp.

2. American Gods.

Los dioses viejos corren el riesgo de ser suplantados por otros nuevos. ¿De qué me sonará a mí eso? Está basada en una novela homónima de Nail Gaiman, el mismo de God Omens, que es un tipo que tiene más imaginación que el que inventó el agua bendita.

1. The Young Pope.

Con solo ver la intro ya te hipnotiza: un Jude Law vestido de Papa caminado con garbo y pasando delante de varios cuadros religiosos surcados por una estrella de Belén a ritmo del "Watchtower" de Bob Dylan en la versión de Jimi Hendrix. A partir de ahí simplemente te dejas llevar por toda una fantasía que lleva el sello inconfundible de un maestro de la imagen: Paolo Sorrentino.