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Liopardo

Los profetas modernos

Descubre a los profetas modernos de la mano de @diostuitero.

-Julio Verne

Julio VernePixabay

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Todo el que haya leído la Biblia (vale, ninguno la habéis leído) u oído hablar de ella ( todos) conocéis la presencia en ella de hombres que fueron capaces de adivinar el futuro: los profetas. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Zacarías...se hicieron mundialmente famosos. ¿Qué pasa hoy? ¿Ya no hay profetas? ¡Pues claro que sí! Solo que son de otro tipo: no llevan túnica, ni bastón, ni largas barbas.

Algunos no son ni siquiera personas. ¿Cómo? Nostradamus fue muy conocido, pero, ¿qué pasa en el siglo XX? Pues basta que echéis un vistazo a la serie de los Simpson: sus guionistas se adelantaron a multitud de cosas: las pantallas táctiles, la victoria de Obama, el uso de carne de caballo como comida industrial, las bibliotecas virtuales, los traductores para bebés, la improbable gira de los Rolling en 2010, el Guitar Hero, las videoconferencias a través de teléfono móvil.... Otra serie de culto, Star Trek, profetizó los ordenadores personales, los intercomunicadores inalámbricos, el GPS, el scaner y hasta el teléfono móvil.

También hubo escritores profetas. El maś conocido es Julio Verne. Predijo los submarinos eléctricos, el viaje a la Luna, los rascacielos, los buzos con escafranda y hasta internet. En 1932 Aldous Huxley adelantó en su novela “Un mundo feliz” el uso generalizado de antidepresivos, el famoso “soma” de su libro. Hoy en día estamos vigilados por miles de cámaras. Fue George Orwell el que introdujo el concepto de “Gran Hermano” que todo lo vigila en la sociedad moderna, en su inolvidable “1984”. Steve Jobs fue un profeta moderno, encumbrado a los altares por el iphohe y las tablets, pero antes que él Arthur C.Clarke ya hablaba en su novela “2001 una odisea en el espacio” de algo muy parecido: las “newspad”.

Hubo también inventores que se adelantaron a su tiempo, como Douglas Engelbart, que inventó el ratón del ordenador mucho antes de que hiciera falta, con lo que nunca se vio recompensado por los ingresos que le corresponderían. Pero de todos ellos, los que mejor supieron adivinar el porvenir fueron Enrique y Ana, que predijeron el dominio de los productos chinos y su economía en todo el mundo. El futuro es ésto, amigos:

 

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