La infalibilidad Papal, el superpoder del Papa

La infalibilidad Papal es mi dogma favorito: por un lado, te ríes bastante viendo como mucha gente se hace un lío pronunciando la palabrita, y por otro, es una cuestión que ha traído y aún trae muchísima polémica.

¿A quién no le gustaría entrar en Twitter una mañana y tras dar su opinión en un tema candente decir que esa es la única verdad y que es imposible que esté equivocado?

Pues el Papa puede hacer eso. No siempre, eh, tienen que cumplirse estas condiciones: que promulgue a la Iglesia una enseñanza dogmática en temas de fe y moral y que lo haga bajo el rango de "solemne declaración pontificia" o declaración "ex cathedra".

Si habla del tiempo o de fútbol, o afirma que si alguien se mete con su madre le daría un puñetazo en lugar de poner la otra mejilla como dijo aquella vez en un avión, ahí no.

El dogma de la infabilidad papal es bastante reciente, fue establecido por el Concilio Vaticano I ( el anterior al II, que es el bueno) en 1870. El motivo: tras la Revolución Francesa, el ateo de Napoleón, la industrialización, el liberalismo, el socialismo y el avance de la ciencia, la autoridad del Papa estaba cada día más en entredicho. Y no solo su autoridad, su territorio, los Estados Vaticanos, se encontraban seriamente amenazados por el proceso de unificación italiana.

Así que, como suele hacer la Iglesia, decidió enrocarse y promulgar que el Papa era poco menos que Dios en la Tierra. Y que cuando se ponía, tenía más razón que un santo, que para eso es el Santo Padre.

Este dogma solo fue aprobado por la Iglesia católica; los protestantes y ortodoxos fueron invitados a sumarse pero no estuvieron por la labor. Tampoco lo estuvieron 55 padres conciliares, que no votaron dicho dogma y tuvieron que dejar Roma.

¿En qué se basaron los que votaron a favor para decir que el Papa podía ser infalible? En que éste es el sucesor de Pedro, y Jesús le dijo a Pedro aquello de "lo que ates en la Tierra quedará atado en los cielos", y en que al Papa le asiste el Espíritu Santo, que es algo así como Alexa pero sin wifi.

Lo de fiarse de Pedro, un tipo que me negó tres veces, es para hacérselo mirar, la verdad, así que, tras ploclamarse el dogma, hubo muchos teólogos que no lo aceptaron y alguno acabó excomulgado y todo.

Por no hablar del cachondeíto que levantó la cuestión en el mundo no católico. ¿Que te tenemos que dar la razón porque tú lo digas? ¡Anda!

Tan polémico es el asunto, que los papas solamente se han atrevido a hacer uso de este superpoder una vez, en 1950, cuando el papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen María: esto es, que la Virgen subió al cielo en cuerpo y alma, siendo la única persona que lo ha hecho así junto al mismísimo Jesucristo, por lo que deducimos que debe quedar libre mucho espacio allí arriba todavía. Amén.