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@CARLOSLANGA

Entrevista a J.D. Salinger: "Ahora existe una versión de 'El Guardian entre el centeno' apta para celiacos"

Carlos Langa entrevista al legendario escritor J.D. Salinger.

-J.D. Salinger

J.D. SalingerWikipedia

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Señor Salinger, ¿por qué siempre ha sido tan celoso de su intimidad?

Para hacerme el chulo.

Pero nunca se ha querido exponer públicamente. ¿Obedece a alguna razón?

Cuando me exponía al público siempre aparecía mi perfil menos favorecedor, hasta que me dije “se acabó”. Y dejé de mostrarme. Por cierto, ¿no estará intentando hacerme una foto?

¿Lo dice tal vez por mi cámara Canon EOS M6 Plata con Objetivo EF-M 15-45mm que le está enfocando?

Sí. Justo por eso. Deje de apuntarme al careto.

Disculpe. Ya la apago. Sigamos. ¿Este aislamiento de la sociedad no ha sido una manera de rechazar a la forma de vida occidental?

Para nada. La vida occidental me encanta y considero que tiene grandes hallazgos, como la división de poderes, la Revolución Francesa o la ensalada césar.

Pero usted siempre se ha interesado por el hinduismo.

Bueno, realmente soy de ascendencia judía, aunque estudié toda la vida hinduismo, pero también rezo orientado a La Meca y celebro la Navidad. Nunca sabes cuál de todas las religiones puede ser la verdadera.

¿Este sincretismo religioso le ha ayudado ha encontrar la autentica verdad?

De momento no, pero sí alguna certeza, como intentar apañármelas por mí mismo antes de llamar a un cerrajero de urgencias. Un buen truco, por ejemplo, es dejarle una copia de las llaves de casa a alguien de confianza. Y si no se fía, aprenda a usar una radiografía. Pero por favor nunca llame a un cerrajero. Eso es una verdad fuera de toda mirada relativista.

Me la apunto. Hablemos ahora de su obra más famosa, "El guardián entre el centeno". ¿Cómo llevó que se convirtiese en un clásico de la literatura prácticamente desde que se publicó?

Bien. ¿Cómo quiere que lo llevase? Veía mi novela por todas las librerías, los profesores “cool” con americana de pana y coderas la leían y comentaban con sus alumnos en clase y en el metro todos los viajeros que iban al centro mantenían un ejemplar en sus manos. De repente me convertí en una celebridad, aunque eso sí, como a Joselito, la fama quizá me llegó demasiado pronto.

¿A qué se refiere?

Pues que uno nunca debería ser famoso hasta conocer cuál es su perfil bueno. Y yo nunca lo he sabido.

¿Cree que todo buen aficionado a la literatura ha leído su novela?

Sí, menos los celiacos. Aunque ahora hay una adaptación de “El Guardián entre el centeno” sin gluten. Ya nadie tiene excusas.

Qué opina de los que dicen que "El Guardián entre el centeno" es una obra para adolescentes.

Que no se equivocan. Pero lo que no entiendo es que lo digan para rebajarle importancia. Como diciendo que eso es malo.

Muchas personas destacadas lo citan como su libro favorito.

Y me llena de orgullo. Me digo, mira, otro imbécil que se ha identificado con Holden Caudfield. Porque seamos honestos, ese chaval te cae bien en la misma medida que te dan ganas de abofetearle con la mano abierta.

Que opinión tiene de que entre las personas que lo tienen entre su libro favorito haya criminales, como por ejemplo Mark David Chapman, el asesino de John Lennon.

Vamos a ver, se dice que ese chalado tenía un ejemplar de “El guardián entre el centeno” en su casa. Pero, joder, también tenía en su estantería “El pepino: todos los secretos para mejorar tus ensaladas” y nadie le ha dado importancia a eso. “El guardián entre el centeno” fue la antesala de los juego de rol para llenar de mierda crónicas conspiranóicas y asustar a viejos.

Se dice que usted ha estado escribiendo durante toda la vida, pero que no quiere publicar…

La escritura para mi es una condena de la que no puedo librarme. Claro que he escrito. Por ejemplo durante los años 70 trabajé en una novela en seis volúmenes titulada “El mono que no sabía silbar”. Pero como verá el título ya anticipa lo mierdosa que puede ser. Joder, cualquiera publica algo después de “El Guardián entre el centeno”. Eso si es presión y no tener en tus manos el botón nuclear.

¿Le puedo decir una cosa, señor Salinger?

Por supuesto.

Creo que tiene los dos perfiles buenos.

¿En serio?

Sí.

Joder, y yo toda la vida evitando las fotos. Pues saca la cámara y vámonos a hacer putos “selfies” hasta desgastarnos el jeto.

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