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@BECARIA_

Turismo raro que lo peta

Becaria nos descubre los cuatro tipos de turismo más raros que existen.

-Area 51

Area 51Pixabay

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Existe un turismo diferente, peculiar, más bien raruno, que recibe cientos de miles de visitantes cada año, y por encima de su atractivo, despierta un morbo que trasciende las fronteras de nuestro planeta. Una muestra de ello está en estos particulares parajes muy visitados por iluminados, místicos y otras personas con creencias muy especiales:

En busca de extraterrestres

Para quienes aún creen en el fenómeno que más apogeo tuvo en los años 70; el delirio OVNI y los extraterrestres que nos visitan, el Área 51 a un paseo del desierto de Nevada, en Estados Unidos, es su paraje de ensueño. La capital de lo marciano y planetas aledaños. Dicen que ahí se han producido numerosos avistamientos de estos objetos voladores no identificados, pero curiosamente, desde que llevamos cámaras en los móviles, han dejado de verse esos platillos con supuestos seres verdes o enfundados en monos de plata intergalácticos. Un fenómeno que no ha dejado pasar la oportunidad de montar en la zona chiringuitos de souvenirs marcianos y hasta un motel, como si de Benidorm se tratase, porque no hay que dejar pasar ninguna oportunidad que la vida nos ponga por delante.

Turismo fantástico

Bugarach, la montaña del fin del mundo, situada al sur de Francia, se supone que era el territorio que sobreviviría al Apocalipsis según el calendario maya. Esto era en 2012. Estamos en 2019 y todo sigue igual. ¡Vaya! Pero es un paraje que atrae al turismo más fantástico, desde ufólogos, ocultistas, gentes New Age, buscadores del Santo Grial, cómo no, milenaristas y un sinfín de iluminados con indumentarias especiales o en pelotas, que como decía una autóctona hace años a El Mundo: "tanto chiflado campando a sus anchas estropea el ambiente y una ya no puede pasearse con tranquilidad". En España no tenemos nada que envidiar a este tipo de turismo. Contamos con la casa de las caras de Bélmez (Jaén) con la que hemos roto moldes, así como la Casa de América de Madrid, donde dice la leyenda que se escucha el llanto de Raimunda, una niña que fue ahogada por sus padres para ocultar abusos de incesto. Cuarto Milenio ni perdona ni olvida. Toda una serie de fraudes muy visitados que enriquecen nuestra cultura patria.

Turismo de meditación y espiritualidad

Estamos en pleno auge del turismo espiritual en sus variadas vertientes: retiros para rezar, para pasar unos días meditando en silencio (o haciendo "ommmmm", como mucho), retiros espirituales para practicar pseudoterapias como el masaje en la energía de los chacras, cuencos tibetanos, terapia floral, numerología, piedras calientes y otros misticismos y esoterismos varios sin ninguna utilidad ni validez científica. Este tipo de turismo se da en prácticamente todo el territorio español. Los visionarios que organizan estas experiencias místico-turísticas eligen zonas montañosas, tranquilas y apartadas de la urbe para potenciar el espiritualismo y fortalecer bien las piernas si tienes que salir con la cartera corriendo: no suelen bajar de 300 o 400 euros por persona la escapada de fin de semana sin hacer prácticamente nada. Otra gente prefiere un misticismo aún más exótico, pero más auténtico, yendo a templos de meditación y yoga en Chichen Itza (México) o a Tailandia, donde hay templos a tutiplén para evadirse sin correr el riesgo de encontrarse al vecino medio en bolas con una túnica azafrana. La meditación comienza en el avión y no sabes cuándo termina.

Turismo mariano: vírgenes milagrosas

Todo lo que envuelve a las religiones es un imán para atraer al turismo: por su historia, por la arquitectura de sus templos, por la fe, pero sobre todo, por la fantasía. Y para fantasía, imaginación, promesas y pies desnudos, los lugares donde supuestamente en algún momento de la historia se han aparecido vírgenes: la de Fátima en Portugal, Garabandal en Cantabria o el famoso paraje de El Escorial que resultó ser un fraude, que ni la iglesia reconoció que se aparecieran espíritus y un grupo de devotos ofendidos creó la Asociación de Víctimas de las Apariciones del Escorial. ¡Menudo trolleo! Pero el santuario mariano más visitado en Europa es el de Lourdes, en Francia, donde dicen que muchos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. Y ahí siguen llenando ocupación hotelera cada año. Terrible, apocalíptico.

Ay, poderoso caballero es don dinero y no la magia potagia de alguna Bruja Avería con lumbalgia.

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