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Las siete recetas de homeopatía más raras para el amor

El timo de la homeopatía también puede usarse para hacer hechizos, pócimas y cócteles con el fin de encontrar el amor.

-Agua de rosas

Agua de rosasPixabay

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El timo de la homeopatía, en su concepto, no solo se ha inventado para curarse en salud, sino también para hacer hechizos con hierbajos y cócteles mágicos con el fin de encontrar el amor, despertar la pasión y preservar la fidelidad en la pareja; con más o menos azúcar, pero igual de placebo que la homeopatía genérica, droga inocua que no hace nada pero te saquea la cartera. Porque cuando la desesperación aprieta, cualquier engañabobos es trinchera. Los más delirantes brebajes se dan cita en dietarios magufos disponibles en tiendas místico-esotéricas, que además de libros, venden los ingredientes necesarios a precio de oro para llevar a cabo estos rituales homeopáticos del amor. Algunos ejemplos tan excéntricos como reales:

1- Si hay malas vibraciones con la pareja, el primer viernes de cada mes se debe quemar en el hogar común una mezcla de vainilla en rama, azúcar, un squirting de perfume y dos gotas de vinagre. La persona que haga este experimento natural con efecto placebo, tendrá que caminar por toda la casa pidiendo en voz alta “felicidad”. Muy coherente, claro que sí.

2- Para que una persona no pierda el atractivo y su pareja siempre esté enamorada, la parte interesada debe llevar en el bolso o en la cartera un ajo macho, una moneda y tres rodajas de patata, todo envuelto en un pañuelo. Lo normal. Menuda peste tiene que cantar cuando lo abra para pagar en el supermercado o los ansiolíticos en la farmacia. Ánimo.

3- Ahora nos metemos en terreno pantanoso y muy delicado: violencia machista en pareja. A algún magufo místico sacacuartos se le ocurrió sugerir que, para que el esposo no la trate mal (ya parte de que sea el hombre el maltratador), la mujer debe deshojar una flor blanca en un vaso de tubo y llenarlo de agua antes de acostarse. Ahora viene lo gordo: antes de acostarse, tiene que poner el vaso debajo de la cama a la altura de la cabeza de él. ¡Y por la mañana debe tirar el agua y los pétalos a la calle! Me ha convencido, a tomar por culo el 112.

4- Ahora una receta de brujería avanzada: si una persona planea casarse y percibe que la pareja tiene dudas, debe coger una olla, mismamente la de las albóndigas de los domingos, y llenarla de agua de lluvia, meter una cinta roja con siete nudos ¡y una foto de la pareja! La del perfil de Facebook, por ejemplo. Hervir, hacer vahos encima de la olla y, en el punto de máxima cocción, concentrarse a tope en la pareja. Pasados unos minutos y para que el hechizo funcione, se ha de tirar el agua por el fregadero o el WC.

5- Si ese hechizo no funciona, existe otro brebaje muy interesante para recuperar el interés de la pareja cuando parece que no quiere casarse: se trata de poner a hervir siete patatas peladas durante una hora, hacer puré con ellas, y untar una foto del futuro o futura cónyuge tres veces seguidas. Después debe envolverse todo en un pañuelo rojo y guardarlo en el armario. ¡Menudos hedores! ¡Y pretende así no ahuyentar a la pareja!

6- Cuando uno de los dos miembros de la pareja se está alejando, traiciona al otro, se muestra indiferente o se olvida del amor, hay que comprar una cacerola de barro con tapa (no vale reciclar la del otro hechizo de las albóndigas), colocar dentro de ella “un kilo de fariña, medio kilo de mandioca, un cuarto de kilo de maíz, UNA PRENDA ÍNTIMA DEL CULPABLE (no especifica si recién sacada de la lavadora o usada) y un frasco de miel vertido sobre todo. Se cubre con un papel de aluminio, se tapa la cacerola y se sella con cintas adhesivas, de modo que jamás pueda volver a abrirse. Luego, con una vara de membrillo, se debe golpear constantemente pidiendo que el ingrato vuelva. A los pocos días, todo volverá a la normalidad”. Así, literal. A ver cómo se lo explicas a Marie Kondo al hacer la mudanza.

7- Para atraer a esa persona que te hace la cobra, existe un brebaje de setas recolectadas personalmente que deben picarse y mezclarse con la propia sangre (vale con unas pequeñas gotas extraídas de un dedo con una máquina de pincharse quienes se tratan la Diabetes). Esta mezcla se servirá en puré de patatas a la persona que se quiere atraer. Y después de leer esto, no volverás a comer un puré de patatas con la corriente tranquilidad del acto de alimentarse.

Y toda esta literatura de la hechicería “barata” la tenemos en esas inocentes tiendas esotéricas que plagan las calles con velas, rosarios, pedrolos mágicos y cabezas de Buda. Porque como ya dijo Aldous Huxley, "no hay mayor negocio que vender a gente desesperada un producto que asegura eliminar la desesperación".

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