Propósitos y deseos para el 2021

Después de un año inédito, raro y malencarado, los propósitos, deseos y el orden de las prioridades para el próximo, varían considerablemente. La salud física y mental cobran más importancia que nunca, pero la pandemia continúa golpeando las campanas y toca seguir adaptando nuestra vida a las incomodidades propias de esta avería sanitaria mundial. Lo cierto es que hay que ser muy optimista para pensar que mejoraremos en algo.

Volver al gimnasio

Pisar una cinta de correr siempre fue un propósito compartido por los zánganos. Ahora, también por quienes ya iban al gimnasio asiduamente y, a causa de la pandemia, se conforman con trotar por los parques y hacer unas tablas de ejercicios en casa con una esterilla, una goma y unas mancuernas bajo las directrices de alguna instructora influencer del Crossfit en Youtube. Poder ir a una clase de Spinning, Body Pump o Pilates con la ropa ajustada, sin mascarilla y sin tener que andar limpiando cada material o cada máquina, es el sueño lúbrico de todo adicto a la licra fosforita. ¿Podremos alcanzar esta marca o seguiremos sudando en soledad como apestados?

Empezar una dieta

También es habitual marcarse como objetivo comer más saludable para bajar algún kilo de más, teniendo como referencia los parámetros de peso ideal de la OMS, y sentirte mejor. Ya era ciencia ficción cumplir con el cambio en condiciones normales, así que sin ánimo de ser pesimista, si este es tu objetivo, ¿qué vas a conseguir en estos tiempos en los que es más complicado hacer deporte cómodo, seguro y con apoyo, y nos da más pereza ir al supermercado porque hasta las chucherías del quiosco nos las puede traer un chico en moto a casa? Vamos a morir de asco, sobrepeso y pereza, pero la ilusión es lo último que se pierde.

Dejar de fumar

Seré breve: 2021 no será tu año para dejar de fumar.

A tomar por culo las mascarillas

Más que un propósito, es un deseo del tamaño de una catedral, un sueño húmedo como pocos, una fantasía inhabitual la de querer recuperar algo normal que dábamos por bueno, gratis e inherente a la vida, y que una pandemia que nos ha arrebatado: ¡poder andar por el mundo sin mascarillas! Pues no sabemos para cuándo, pero ya va quedando menos para acostumbrarnos a vivir con ellas hasta la eternidad. O no.

Volver a ir a orgías

2020 ha sido el año de las orgías clandestinas, el primero en la historia de la Humanidad en el que se ha castigado a personas por cuestiones sanitarias más que morales, por eso de estar follando en grupo incumpliendo las medidas de seguridad para evitar la propagación del Covid-19. El próximo año viene más esperanzador con las neveras cargadas de vacunas para inmunizar a la población entre un mar de desconfianza legítima y algún que otro movimiento de colgados que mantiene que nos van a insertar un microchip para controlar nuestras vidas y que van a modificar nuestro ADN con devastadores efectos secundarios, como que nos crezcan cuernos, un rabo más largo que el del diablo o un ojo en mitad de la frente. La realidad es que para ir a una orgía y para la vida en general, solo la ciencia nos podrá hacer un poco más libres, mejorar el 2021 y lo que surja.