Verstappen gana el GP de España con Sainz sexto y Alonso K. O.

En la historia de la Fórmula 1. Ahí es donde ha entrado Max Verstappen. Ahí es donde ya está Max Verstappen. Una bala. Un intento. Un acierto. Eso es lo que ha necesitado el holandés en su debut con Red Bull. En su primera vez con los 'mayores'. En su primera carrera vistiendo el mono de la escudería de las bebidas energéticas. Nada más ha hecho falta para que el 'chavalín' sea el piloto más joven de todos los tiempos de la mayor competición de monoplazas del mundo en ganar una carrera. Todo gracias a su triunfo en el GP de España.

Brillante ha sido su actuación. Desde un inicio en el que ha evitado meterse en líos a un final en el que ha logrado mantener a raya a nada más y nada menos que a Kimi Raikkonen y a Sebastian Vettel. Cinco Mundiales había entre ambos. Cinco Mundiales había en un podio en el que quien centró todos los focos, los flashes y los comentarios era el que no tenía ninguno. Era el joven Max, que tras sus impecables e impolutas 66 vueltas en Montmeló ya es sin duda alguna todo un señor.

Supo decidir. Supo definir. Supo guardar la ropa cuando había que guardarla y volver a sacarla cuando había que hacerlo. Tuvo paciencia, esperando su momento tras Daniel Ricciardo y eligiendo la estrategia que había que elegir. La estrategia ganadora, a dos paradas, no la de tres paradas de Vettel o de Daniel. Eligió la de dos, la que le permitió ser líder y ver la bandera a cuadros por delante de Raikkonen.

Ni un nervio mostró. Ni un solo momento de duda tuvo cuando se iba acercando el momento de cruzar la meta. Y es que muchos son los que se acercan, los que se han acercado, pero a la hora de la verdad, a la hora de ganar, solo ganan los campeones. Verstappen lo es. Y lo ha demostrado en la primera ocasión que ha tenido de subirse a un monoplaza ganador. A un monoplaza que con él al volante ha vuelto a saborear el dulce aroma de un triunfo que no probaba desde 2014.

Mercedes, en los coches de choque
Todo por el dominio Mercedes, que ha acaparado las portadas del Mundial de F1 desde que entraron en vigor los motores v6. Carrera en la que tienen problemas o no están, carrera que se anima y que se sabe que será competida. Y justo eso ha pasado en Montmeló. Han pasado cosas distintas. Han pasado cosas, directamente. Todo porque Hamilton y Rosberg se noquearon el uno al otro en la primera vuelta abriendo un abanico de opciones que terminó cerrando Verstappen.

Que terminó dejando peleas, batallas, estrategias... y que volvió a retrotaernos al pasado más cercano de McLaren-Honda tras la alegría de su primera Q3 del sábado. En la vuelta 47, Fernando Alonso se bajó del coche, visiblemente enfadado, por un problema de potencia. "No power", dijo el asturiano por radio antes de detender su frágil monoplaza en las afueras de la pista catalana. Cero puntos para él; dos para Jenson Button, que salió mucho mejor que el bicampeón para rodar siempre por delante y tener las estrategias de cara.

Sainz, en el mejor puesto posible
Carlos Sainz ni habría necesitado una salida perfecta para pasar por delante de Daniil Kvyat, y eso que el ruso logró un punto gracias a una táctica diferente que la de muchos otros. El madrileño volvió a demostrar que bien podría y bien puede ser él compañero de Max Verstappen en Red Bull, con un carrerón en el que logró el mejor resultado posible para Toro Rosso. Tras los dos Red Bull, tras los dos Ferrari, y tras el Williams de Valtteri Bottas.

Jugosos puntos para él, en una carrera en la que por fin no tuvo que lamentar problemas de clase alguna ni sanciones cuanto menos cuestionables por parte de Dirección de Carrera. Todo salió como debe salir, como él mismo reconoció en el paso por línea de meta. Espectáculo el que dio Carlos Sainz en Montmeló, y a buen seguro que el público de 'casa' pudo vibrar con su actuación como vibró con la Q3 que el madrileño y Alonso lograron en clasificación.

El GP de España 2016, primera victoria de Verstappen
Ahora ya toca centrarse en Mónaco. Toca tener en la retina la carrera disputada en Montmeló y no olvidar que fue en España, en el GP de España 2016, el lugar en el que se vio y se disfrutó con la primera victoria de Max Verstappen en la F1. Donde se rompió el récord de precocidad en cuanto a triunfos de la F1. Donde un joven de 18 años, 7 meses y 15 días centró más miradas y atención que varios de los más laureados campeones del mundo.