El diestro Diego Urdiales sufrió un enganchón en el segundo de su lote

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CORRIDAS GENERALES DE BILBAO 2013 | 25 DE AGOSTO

Diego Urdiales corta una cara oreja a un buen Victorino

Corrida seria y variada de Victorino, con la emoción propia del hierro. El torero riojano Diego urdials cuaja al natural una notable faena al buen cuarto. Antonio Ferrera, por encima de un lote complicado, pierde una oreja a espadas. Templados derechazos de El Cid al que cerraba plaza.

Por  el único pitón bueno del primero de su lote, desplegó Diego Urdiales varias series que pusieron Vistalegre boca abajo, máxime cuando el riojano fue violentamente volteado al entrar a matar, afortunadamente sin consecuencias. Ya se había gustado Urdiales de capa, y su temple al natural fue premiado con una valiosísima oreja, sobre todo para un torero que no torea tanto como merece.

Con el quinto, la alimaña de la tarde, se la jugó Diego y hasta se atrevió a estirarse con un Victorino que no pasó nunca, listo y peligrosísimo, que no tenía un muletazo. Meritos que llegaron al tendido, que vio como Urdiales, siempre sobre las piernas, se imponía a frenazos, miradas y gañafones.

Antonio Ferrera anduvo firmísimo toda la tarde, llevando el peso de ambas faenas en todos los tercios. Espectacular en banderillas, sobre todo en un ajustadísimo par al quiebro bajo el aguacero. Al cuarto le pudo cortar una oreja con fuerza de no haber echo guardia al entrar a matar. Con el que abrió plaza, el extremeño también dejó momentos de templada torería.

El Cid sorteó un lote imposible, pero estuvo por encima de aquél y, su experiencia con este peculiar hierro, le ayudaron a firmar sendas y aseadas faenas acordes a lo que los toros de Victorino piden a un matador. Tres tandas con la derecha al sexto de la tarde tuvieron temple y largura.

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