El grupo británico Temples, durante su actuación

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ESTA NOCHE ARCADE FIRE Y QOTSA

La lluvia desluce la sesión inaugural gratuita del Primavera Sound

¡Ay, la lluvia! Tan deseada por algunos y odiada a muerte por organizadores de festivales como el Primavera Sound, que han visto trastocada su jornada de puertas abiertas con una impresionante tromba de agua que ha impedido a los jovencísimos Temples ejercer a gusto su papel de banda británica rockera del momento.

El cartel de esta sesión inaugural, víspera gratuita de los tres días grandes (y de pago) de la 14 edición del festival barcelonés, se presentaba interesante de la mano del cuarteto británico que ha venido a Barcelona con su reciente "Sun structures", hoja de ruta de marcado sabor psicodélico. Y la verdad es que la banda de Kettering, con su solvente vocalista James Edward al frente, no ha defraudado. La propuesta de estos veinteañeros bebe de esos sonidos que cruzaron las décadas de los sesenta y los setenta, desde la armonía a la distorsión controlada, con temas como "Shelter song" o "Keep in the dark".

"Parece que estemos actuando en casa", ha dicho Edwards con media sonrisa en la boca y brillantina en los párpados, mientras miraba de reojo el gris metálico de un cielo que, de repente, se ha desplomado de forma brutal sobre las cerca de 3.000 personas que hasta entonces habían ido sorteando un molesto chirimiri, resignados. Si el año pasado frío y viento marcaron el Primavera desde el punto de vista logístico, esta edición parece que será la lluvia.

Una especie de tormenta tropical ha cruzado el Parc del Fórum y ha obligado a los Temples a acelerar el repertorio. El público ha corrido entonces para cobijarse bajo la gran pérgola del recinto, mientras los canalones del enorme parapeto se convertían en amenazantes cascadas. Pero, "Show must go on!".

Asistentes al festival en medio de la lluvia

 

El espectáculo debe continuar -frase recurrente, pero inevitable- Sólo con media hora de retraso y el suelo encharcado sin lluvia, el larguirucho belga Stromae ha atado el timón a su enjuto cuerpo para evitar que la noche embarrancara y ha logrado hacer bailar a un público fiel a muerte con el galimatías musical que ofrece este joven autor rompepistas como "Alors en danse" o "Papaoutoi". "¿Preparado para volver a los noventa?", ha preguntado a la audiencia el atildado Paul van Haver -verdadero nombre de Stromae (maestro al revés, otro galimatías)- antes de repasar en unos pocos minutos las bases electrónicas de una década que muchos aborrecen, pero que él combina con ritmos africanos y el trance más vulgar.

El electropop de Sky Ferreira ha tenido menos suerte, porque ha vuelto a llover y la tecnología le ha jugado además alguna que otra mala pasada con el sonido de su "Night time, my time", álbum que ha defendido como ha podido. La cortina de agua que caía sobre el escenario daba un raro toque a la voz de la californiana (a la que muchos esperaban rubia platino aunque ha aparecido moreno azabache), que al contraluz de los focos, se asemejaba por momentos a una Joan Jett renacida. Los pocos que han aceptado seguir mojándose seguían disfrutando a medianoche de la elegancia del enérgico pop que practican los norteamericanos Holy Ghost, unos viejos conocidos del Primavera.

Arcade Fire y Queens of the Stone Age, estrellas de la primera jornada
Las bandas de rock Arcade Fire, Queens of the Stone Age (QOTSA) y Neutral Milk Hotel desembarcarán este jueves en el Parc del Fórum en la primera jornada oficial de la XIV edición del festival de música independiente Primavera Sound, que este año lleva un sólido cartel y se celebrará bajo la amenaza de lluvia.

A la cita llevarán el espectáculo multinstrumental de la gira de presentación de su último trabajo 'Reflektor', en que la banda se abre a nuevos horizontes sonoros bajo la producción de James Murphy (LCD Soundsystem).

Antes de que QOTSA vuelva al estudio este año para grabar nuevo trabajo, los de Josh Homme pasarán por el festival, que este año espera crecer un entre un 10% y un 15% en participación, para presentar 'Like Clockwork', uno de los discos rockeros más esperados de 2013, que depara sorpresas rotundas como 'My god is the sun'.

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