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LA PRIMERA CITA, EL 26 DE OCTUBRE

Así es el calendario que tiene por delante Cataluña para formar gobierno

Tras las elecciones del 27 de septiembre en las que la formación Junts pel Sí salió como vencedora al lograr 62 escaños, los plazos empiezan a correr en Cataluña. La primera cita es el 26 de octubre, fecha límite para que se constituya el Parlament. Tras ello hay diez días hábiles para que se celebre el debate de investidura, cuya fecha límite también es el 9 de noviembre, coincidiendo con la consulta soberanista de 2014. En esa primera votación se precisa mayoría absoluta, en caso de no conseguirla, habrá una segunda votación en la que vale una mayoría simple. Si en el plazo de dos meses ningún candidato logra respaldo suficiente, se convocarán nuevas elecciones.

Después de las elecciones del pasado domingo, los plazos empiezan a correr en Cataluña. La primera cita marcada en el calendario será el 26 de octubre. Esa es la fecha límite para que se constituya el Parlamento autonómico.

A partir de ese momento, hay diez días hábiles para que se celebre el primer debate de investidura, cuya fecha límite es el 9 de noviembre, cuando se cumple un año del simulacro de consulta sobre la independencia.

En esa primera votación se necesita mayoría absoluta. A partir de la segunda el candidato, en principio Artur Mas, necesitaría mayoría simple. Para ello, tendría que contar con el voto a favor de al menos dos diputados de la CUP.

Si en el plazo de dos meses ningún candidato consigue respaldo suficiente, se convocarían de nuevo elecciones que se celebrarían ya en 2016.

Sin embargo, en medio de estos plazos se ha colado otra fecha importante, el 15 de octubre, cuando Artur Mas tendrá que declarar como imputado por la consulta ilegal del 9N.

Su investidura depende de la CUP, que está muy alejado de las tesis de Convergència: es un partido asambleario, antisistema, anticapitalista y que defiende la desobediencia civil. Además, propone la secesión de los llamados 'países catalanes', la salida del euro, de la Unión Europea y de organismos internacionales como la OTAN.

A todo ellos se le suma que exige el impago de la deuda y quiere que se nacionalicen los bancos rescatados y las empresas de sectores como la energía y las infraestructuras.

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