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SU IMAGEN PÚBLICA HA CAÍDO EN PICADO

La Infanta Cristina, Magdalena de Suecia y Mette-Marit de Noruega son las princesas más odiadas de Europa

Entre las 10 monarquías que persisten en Europa tres son las princesas que cuentan con la peor fama de todas y no gozan, en la actualidad, con el favor del pueblo. Entre ellas están la Infanta Cristina en España por su implicación en el caso Nóos, la princesa Magdalena de Suecia por no cumplir con sus deberes institucionales y Mette-Marit de Noruega por tener una vida de lujos que no gusta a su país. ¿A ti que opinión te merecen estas princesas?

Las princesas más odiadas

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Ser parte de la realeza no significa que vivas en un mundo de color rosa y todos te alaben y quieran simplemente por ser quien eres. En la actualidad la Monarquía está mucho más denostada que hace décadas, por lo que el pueblo espera que aquellos que forman parte de la familia real cumplan con sus obligaciones, cuanto menos, y miren por el bien de su país.

Así, entre todas las princesas que hay en las 10 monarquías europeas 3 son las más odiadas de todas en estos momentos, aunque no siempre fue así. En primer lugar tenemos a la Infanta Cristina en España. Quien fuera hace años uno de los miembros más destacados y queridos de la casa real española era considerada una mujer abierta y moderna dentro de la realeza con estudios inquietudes, trabajadora y deportista. Imagen que aumentó tras casarse con el hombre perfecto, Iñaki Urdangarín, y tener la familia que todos querrían, cuatro hijos que parecían sacados de catálogo. Pues bien, todo se vio truncado cuando en el año 2011 Iñaki Urdangarín fuera involucrado en el caso Nóos y la Infanta estuviera también relacionada con toda esta trama de corrupción. Algo que acabó con su salida de la Familia Real Española para ser solo considerada familia del Rey.

Por otra parte tenemos el caso de Magdalena de Suecia. La princesa era considerada una de las aristócratas más guapas y simpáticas de todas las monarquías y su popularidad era muy alta, pero no tanto como la de su hermana la princesa Victoria. El prestigio de Magdalena empezó a decaer cuando decedió dejar las fronteras suecas para instalarse en la gran ciudad de Nueva York tras sufrir un mal de amores que fue la comidilla de la prensa de su país. Así, Magdalena empezó a dejar a un lado sus obligaciones institucionales por su nueva vida. Algo que empeoró cuando conoció a su actual marido, el multimillonario, Chris O'Neill. Su boda con Chris O'Neill el 8 de junio de 2013 fue un acontecimiento, pero la Casa Real tiró la casa por la ventana, algo que tampoco gustó. Además, los suecos querían que su princesa volviera a casa, mientras que ella no estaba dispuesta a decir adiós a su cómoda existencia en la Gran Manzana. Lo que ha terminado por empeorar su imagen ha sido que sus dos hijos recibieran títulos y dignidades reales si no viven y se crían en Suecia, que es lo que marca la Constitución.

Y por último tenemos el caso de Mette-Marit de Noruega. Bien es cierto, que la actual mujer de Haakon de Noruega nunca ha sido muy bien considerada entre los contribuyentes de su país. Y es que, su pasado polémico y que fuera madre soltera ha sido un lastre para ella desde que entró en la Familia Real. Aunque durante un tiempo y con el nacimiento de los hijos en común entre Mette-Marit y Haakon parecía que empezaba a ser mejor valorada. Hasta que su actitud derrochadora y su estilo de vida lujoso ha acabado por rematar la imagen de ella. Así, Mette-Marit es considera en su país como la 'Princesa Prada' debido a que su armario está repleto de ropa de firma, a lo que se añade las lujosas vacaciones que tiene con su marido y que sus hijos vayan a colegios privados.

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