EL ÉXITO EMPRESARIAL DE LA MENOR DEL CLAN
Las polémicas normas de la inauguración de la tienda de Kylie Jenner
Las hermanas Kardashian son unas auténticas empresarias, y
es que todo lo que tocan se convierte en éxito. La última en arrasar con su
negocio ha sido Kylie Jenner, que ha inaugurado su primera tienda física. La industria
de maquillaje que ha construido la pequeña del clan Kardashian-Jenner se ha vuelto
imparable, y la inauguración ha cumplido las expectativas. Pero no a todos les
ha parecido bien, pues las estrictas normas impuestas por la organización han
decepcionado a algunos.

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Como era de esperar, la cola para entrar a la inauguración
de la tienda de Kylie Jenner demostró que la celebrity mueve masas. Su esperada tienda de maquillaje por fin abría
sus puertas en el centro comercial
Topanga Westfield de Los Ángeles, y fueron muchos los que no quisieron
perderse ese momento y, a pesar de la tremenda cola que se formó, esperaron
impacientes para entrar y hacerse con los productos que deseaban.
Una prueba más de que todo lo que gira en torno a la familia
Kardashian se vuelve un indiscutible éxito. Muchos de los seguidores fieles de
los productos de Jenner pasaron la noche
esperando en las puertas de la tienda, agotaron las existencias e hicieron
que la apertura se volviese viral.
Y a pesar de todos los que salieron encantados después de
ser de los primeros en pisar la tienda de la idolatrada Kylie, que se ha
convertido en un referente para muchos jóvenes, hubo algunos a los que no les
gustó tanto. Y es que, como si se tratase de la discoteca de moda que se llena
cada noche, había unas normas que
todo el que consiguiese entrar, que no era fácil por la gran masa de gente que
esperaba en la puerta impaciente, debía
cumplir.
Se limitó el acceso a
la prensa para mantener el secretismo y continuar generando interés. Querían
que fuesen los clientes los que por medio del boca a boca se encargasen de la
publicidad. Además, estaba terminante prohibido
sentarse mientras se hacía la cola para conseguir la pulsera que te
acreditaba para entrar, aunque se tratase de una espera de hasta 10 horas.
Y no solo eso. El tiempo
que podías estar en la tienda comprando era limitado. Un máximo de 20
minutos comprando y 10 para pagar, una estricta e incómoda norma que aseguraba
alcanzar muy altas cifras de venta. A todo esto se suma que ningún producto tenía el precio puesto,
y hasta la hora de pasar por la caja no se sabía la cantidad invertida.
Pero aun así, sus fans han asegurado que mereció la pena, y es que siguiendo la
línea de sus hermanas, la tienda de maquillaje de Kylie Jenner es un negocio
que arrasa.
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