
DESCUBRE A OTROS QUE SE PIERDEN LA NAVIDAD
Camarera en Navidad: “En estas fiestas estamos acostumbrados a cenar apurados y salir corriendo a trabajar”
Hablamos con Azucena, dueña y camarera de un pub, quien en sus años de experiencia ha tenido que vivir más de una vez estas fechas tan señaladas trabajando.
- Disfruta de #Feliz23DeDiciembre
Azu es una de las protagonistas de ‘Feliz 23 de diciembre’, la campaña navideña organizada por Atresmedia en colaboración con MAPFRE que nos descubre a otros que se pierden la Navidad y a la vez da visibilidad a algunas profesiones que tienen que afrontar estas fiestas en su puesto de trabajo. Entre ellas se encuentra la de camarera, un trabajo con un lado amargo en fechas navideñas, aunque no exenta de “muchas satisfacciones”, como afirma nuestra protagonista, Azu.
Los bares, pubs o cafeterías también abren en Navidad, así que los que se sitúan tras la barra tienen que sacrificarse para que nosotros podamos celebrar con los nuestros como cada año. Como bien comenta Azu, los camareros “están acostumbrados” a trabajar “mientras los demás se divierten”. En sus 26 años de experiencia, siete de ellos como jefa de su propio local, Azu ha tenido que vivir todo tipo de situaciones. A pesar de ello son momentos que recuerda “con mucho cariño, porque la mayor parte de la gente al final se vuelven amigos”.
Ahora, como propietaria, Azu ha decidido enviar a sus trabajadores a casa en Navidad
Para Azu no era fácil contarle a su familia que no podría pasar la noche con ellos. “Para mi familia siempre fue una fecha muy señalada”, sin embargo, con sacrificios lograba reunirse con ellos, aunque eso significara tener que “cenar apurada y salir corriendo para trabajar”.
Pese a la sensación agridulce de dejar a la familia en casa, en ocasiones Azu ha tenido la suerte de que los gerentes de los locales donde han trabajado decidieran no abrir en Navidad y enviar a todo el mundo a casa. Ella, a día de hoy, como propietaria, ha decidido tomar ejemplo y hacer lo mismo.
Los empleados de Azu siempre entienden cuando hay que quedarse a trabajar en Navidades
Trabajar en la hostelería no está exento de baches, comenta Azu, que decidió darse un descanso de la noche durante una temporada: “Decidí dejarla, eso, tres añitos, cuatro creo que fueron”, una decisión tomada para evitar perderse momentos importantes y para compaginar su vida con el trabajo. Esto duró poco puesto que Ángel, su pareja y copropietario, la convenció para iniciar su propio proyecto. “Ahora podemos compaginarlo porque estamos juntos en esto”.
Ambos comparten la responsabilidad de hablar con sus empleados para anunciarles que tendrán que quedarse un 24 de diciembre trabajando. “Da rabia porque al final ellos también tienen su familia”, aun cuando se deshace en cumplidos hacia sus empleados al indicar que tiene “mucha suerte” con la gente que trabajó en su local, porque “siempre fue gente muy comprensiva”.
De entre todos los grandes recuerdos ligados a Malvada, su pequeño y familiar local, Azu solo echa de menos poder salir con su “gente en Navidad”. En momentos donde todos son felices y disfrutan de su tiempo con la familia, los camareros tienen que estar detrás de la barra. “Quizás sea lo que más eche de menos, el poder hacer las escapadas, las visitas, estar un poco también por el otro lado de la barra. Pero al final es lo que decía, para que unos se diviertan, otros trabajan”.