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Ana y Alberto celebran haber conseguido el contrato con Aírsa

Ana y Alberto celebran haber conseguido el contrato con Aírsa

Cuando todos esperaban a un hombre de negocios aparece Sara Ortega, la mujer a la que tendrán que convencer los diseños de Aírsa. La primera y única reunión es un desastre, Sara desprecia los bocetos y se marcha sin darles más oportunidades. Cuando creen que todo está perdido Alberto busca la última opción y Ana le ayuda. Ambos, ahora son un equipo, buscan otros bocetos que pueden encarjarle más a la señora Ortega y no dudan en acudir en su búsqueda a la estación de tren antes de partir. Sara Ortega asiente, esos bocetos sí son los que estaban buscando para Aírsa. Ana y Alberto se sienten dichosos por haberlo conseguido. Alberto y Ana vuelven a sonreír juntos.

Cuando todos esperaban a un hombre de negocios aparece Sara Ortega, la mujer a la que tendrán que convencer los diseños de Aírsa. La primera y única reunión es un desastre, Sara desprecia los bocetos y se marcha sin darles más oportunidades. Cuando creen que todo está perdido Alberto busca la última opción y Ana le ayuda. Ambos, ahora son un equipo, buscan otros bocetos que pueden encarjarle más a la señora Ortega y no dudan en acudir en su búsqueda a la estación de tren antes de partir. Sara Ortega asiente, esos bocetos sí son los que estaban buscando para Aírsa. Ana y Alberto se sienten dichosos por haberlo conseguido. Alberto y Ana vuelven a sonreír juntos.

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