Publicidad

JUAN RIBÓ ES

Raphael

Raphael en pleno éxito tras cuarenta años en los escenarios, representa el musical “Jekyll y Hyde” en Barcelona. La soledad de los hoteles a lo largo de tantos años de viajes y giras le ha hecho necesitar de la bebida para poder dormir y descansar. Empieza a sentirse mal y se niega a aceptar que necesita un descanso y que tiene que cuidarse.

Está hinchado y cansado. Gracias a la insistencia de su familia y de su asistente Alicia, decide ir a revisión. El Doctor Jiménez le diagnostica una ascitis, pero Raphael no le hace caso y sigue con su ritmo irrefrenable.

Tras varias recaídas e ingresos en el hospital se determina que necesita un trasplante. Raphael se convierte en un hombre frágil, que tiene miedo a la muerte y a dejar de ser lo que es, pero sobre todo miedo a no poder volver a cantar por lo que se niega de lleno al transplante. Sólo el Doctor llano podrá convencerle. Tras tres duros meses de espera, aparece un donante para él. La operación es un éxito, y con el tiempo Raphael puede volver a cantar volviendo a ser el gran artista que es hoy en día.

 

Publicidad