En el quinto capítulo de Pulseras Rojas, un nuevo chico llega al hospital. Óscar, se convierte en el nuevo compañero de habitación de Toni durante su corta estancia.

Su llegada y su problema, desentierran los fantasmas del pasado de Toni que sabe perfectamente que Óscar no se ha caído por las escaleras y que puede que su padre le esté pegando.

Además, Lleó tiene que volver a quimioterapia, los pulseras le ayudan aunque a Cristina se le hace especialmente difícil, sobre todo, después de vele vomitar una y otra vez.

Las cosas no son más fáciles para Ignasi y Jordi. El primero sale del hospital por unas horas y se da cuenta que nada está como el imaginaba que estaría y el segundo tiene que enfrentarse a su muñón por primera vez. Para fortuna de Jordi, Lleó cuida de él a través del señor Benito.

Por su parte Roc tiene que presenciar cómo los médicos planean cambiarle de planta, algo que no le gusta en absoluto.